Al parecer Cepsa con su nueva Estrategia 2030, ‘Positive Motion’ pretende ser líder en hidrógeno verde y biocombustibles.
Los ecologistas preguntan de dónde procederá la materia prima. Según Verdemar los biocombustibles en su mayoría provienen del aceite de soja y de palma de Indonesia, Malasia, Argentina y Brasil, donde su cultivo es la principal causa de deforestación, desplazamiento de poblaciones y desaparición de especies amenazadas.
Según Ecologistas en Acción, el aceite de palma emite tres veces más gases de efecto invernadero que el diésel fósil y el aceite de soja el doble. A ello debemos añadir la deforestación, el transporte, el procesado y el cambio indirecto de uso de la tierra, es decir, se necesitan nuevas tierras para plantar alimentos.
Verdemar pide al Ministerio de Transición Ecológica que trabaje hacia una Transición Justa, que se aplique en la comarca del Campo de Gibraltar, afectada por la irreversible descarbonización industrial, como es el caso de los complejos petroquímicos.
La verdadera “transición justa” debe consistir en la recuperación de las marismas del río Palmones-Guadarranque y las playas adyacentes, todavía amenazadas por proyectos agresivos. Hay que promover instalaciones limpias y que ofrezcan puestos de trabajo dignos.
CEPSA debe empezar con esa “reconversión verde”, desmontando kilómetros de tuberías y “procesos” que ya no funcionan, reordenando el espacio para la recuperación del litoral y el patrimonio arqueológico enterrado. Esta “reconversión” generaría cientos de puestos de trabajo a una empresa que ha tenido unos beneficios de 661 millones de euros en el 2021.
Estos procesos de cambio deben hacerse con total transparencia, con las preceptivas licencias, para que no vuelva a ocurrir lo mismo que cuando la mercantil CEPSA S.A ejecutó obras que implicaban desmontes, movimientos y gestión de tierras para la urbanización del terreno destinado a la instalación ¨Fondo de Barril”, dentro del Área CP2-PEI. Suelo Urbano No Consolidado (U.E.1), con sujeción a las licencias municipales sin esperar a la aprobación definitiva de los instrumentos de ejecución urbanística preceptivos.
No se entiende cómo algunos han defendido este proyecto “fosilero¨, anclado en el pasado, sin alinearse con las estrategias comunitarias verdes. El PNIEC, Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 de España, tiene como objetivo avanzar en la descarbonización, sentando unas bases firmes para consolidar una trayectoria de neutralidad climática de la economía y la sociedad en el horizonte 2050.
Criticamos también el reclamo irreal de 3000 puestos de trabajo en plena crisis como un caramelo envenenado. Si la refinería y todo este complejo industrial son la panacea frente al paro, ¿por qué encabezamos las listas de desempleados dentro de toda España? También tenemos el honor de encabezar las listas de enfermos de cáncer.