El sindicato ha reclamado también en el escrito la existencia de un remanente suficiente de test PCR en el interior del centro, con la finalidad de realizar test a posibles contagios a los trabajadores penitenciarios, por existir actualmente “múltiples problemas” para hacer las citadas pruebas en los hospitales de referencia, “debido a la nefasta gestión y mala coordinación entre la mutualidad de funcionarios, la mutua ASPY y las entidades médicas concertadas”.
Actualmente en Botafuegos se sigue el protocolo habilitado para comunicar, donde al familiar que viene de la calle se le toma la temperatura y firma una declaración responsable de no estar contagiado, por lo que tras celebrarse la comunicación, el familiar vuelve a su domicilio y el “posible foco de contagio que es el interno” regresa a su módulo residencial donde comparte celda con otro interno, no guarda niguna medida preventiva y convive con más de cien internos, por lo que consideran “materialmente imposible mantener la distancia de seguridad”.
“Es un enorme agujero negro para hacer frente al virus, asumiendo tanto trabajadores penitenciarios como la población reclusa un riesgo exponencial, afirman.
Además, Acaip apunta que la propia Inspección Sanitaria de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucia desaconseja la celebración de las comunicaciones en los centros penitenciarios al superarse una tasa de contagiados de 100/100.000 habitantes.
“Cuando actualmente en la comarca del Campo de Gibraltar ésta supera con creces los 166/100.000 habitantes; en otros centros penitenciarios andaluces como son los de Málaga y Almeria, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha decretado la suspensión temporal por un periodo de tiempo de tres semanas, para evitar contagios a trabajadores de la prisión y reclusos”, concluyen.
