Seguirán siendo obligatorias en centros asistenciales, sociosanitarios y el transporte y se recomienda su uso en espacios cerrados
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha destacado que «este era el momento» para eliminar las mascarillas en interiores «por razones lógicas», es decir, por la situación epidemiológica y por «la elevadísima cobertura vacunal».
Así, ha destacado que la pandemia «evoluciona de manera positiva», ya que «los indicadores se mantienen estables con tendencia a la baja», lo que ha motivado tanto el cambio en la estrategia de vigilancia como la decisión del fin de las mascarillas en interiores.
Así se ha pronunciado Darias durante la rueda de prensa posterior al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (Cisns), que ha tenido lugar en Toledo, donde por «práctica unanimidad» Sanidad y las comunidades autónomas han aprobado eliminar las mascarillas a partir del próximo 20 de abril.
«Hace unas semanas aprobamos la declaración de Zaragoza, con un nuevo sistema de vigilancia transitoria de covid. Se trata de un punto de inflexión que nos va a permitir seguir monitorizando esta enfermedad, centrándonos en personas con factores de vulnerabilidad: mayores de 60, personas inmunodeprimidas, embarazadas y personas en ámbitos de vulnerabilidad, como centros de salud y hospitales», ha recordado la ministra de Sanidad.
En este sentido, ha agregado que «es un cambio motivado por la situación epidemiológica», caracterizada ahora por la alta cobertura vacunal, los altos niveles de inmunidad, así como por las características de Ómicron. «Es un paso desde la gradualidad, progresividad y la solidez que nos da la Ponencia de Alertas», ha comentado.
«Hemos cambiado la manera de medir, pero seguimos monitorizando el covid-19, y además lo hacemos focalizándonos en aquellas personas que presentan mayor gravedad, los colectivos mas vulnerables», ha insistido la ministra.
Todo ello, añade, pone de manifiesto la evolución hacia la estabilidad con tendencia «a la baja» en algunos indicadores de la pandemia, como es el caso de la tendencia descendente de los ingresos en UCI. También ha informado de que la variante dominante es Ómicron, que ocupa todo el nicho de las variante y, en concreto, el sublinaje BA.2 ocupa más espacio.
Además, la vacunación ha alcanzado «cifras espectaculares», según ha expresado Darias, con 39 millones de personas mayores de 12 años y más de un millón y medio de niños con pauta completa. «Esta inmunización tan elevada ha motivado la disminución de los casos graves de la Covid, y especialmente de la letalidad. Todo ello ha favorecido un cambio en la estrategia de vigilancia y en el fin de las mascarillas», ha reiterado.
Así, ha informado del Real Decreto que llevará al Consejo de Ministros del próximo 19 de abril, en virtud del cual se eliminarán las mascarillas en interiores, de acuerdo con la Ponencia de Alertas, si bien seguirá siendo obligatoria en algunos espacios.
En concreto, seguirán siendo obligatorias en el interior de los centros asistenciales, tanto para los trabajadores como para los visitantes, incluso para las personas ingresadas si comparten espacios comunes, «para seguir manteniendo la protección de las personas vulnerables», según ha precisado Darias. Pero no lo serán «en ningún caso» en los colegios, ya que la posición de la Ponencia es que los escolares dejen «ya» de usar la mascarilla en el aula, como ya lo hacían en el patio.
También serán obligatorias en centros sociosanitarios. «No es obligatoria para los mayores que viven en ellas porque se considera que es su casa, pero sí deben llevarla las personas trabajadoras que trabajan allí y las visitas», ha recordado la ministra.
También seguirá siendo obligatoria la mascarilla en los medios de transporte, y se aconsejará en población vulnerable. En el ámbito laboral, la ponencia aconseja utilizar la mascarilla siempre que el trabajo deba realizarse a distancia interpersonal de menos de 1,5 metros y no pueda garantizarse la ventilación adecuada del espacio; y en el entorno familiar, las reuniones de amigos y celebraciones privadas.
Finalmente, recomienda su uso en espacios cerrados de uso público en los que las personas transitan como los comercios (centros comerciales, supermercados o pequeño comercio); espacios cerrados en los que las personas permanecen tiempo sin comer ni beber (cines, teatros, salas de conciertos y museos) y en espacios cerrados en los que las personas permanecen un tiempo comiendo y bebiendo (bares, restaurantes y locales de ocio nocturno).