El alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, ha pedido al Gobierno central una postura oficial sobre los trabajos de relleno en Gibraltar. El objetivo del proyecto en la parte este del Peñón es ganar terreno al mar para un macroproyecto urbanístico, lo que Landaluce considera un “grave perjuicio para España y sus intereses”.
Landaluce destaca que este problema no es solo ambiental, ya que afecta una zona de conservación de gran valor natural, sino también territorial, pues Gibraltar está expandiendo su territorio en aguas que España reclama como suyas. Según el alcalde, esta expansión viola el Tratado de Utrecht y la legislación internacional.
El líder algecireño está sorprendido por la aparente indiferencia del Gobierno español, criticando la inconsistencia en su respuesta. Mientras Gibraltar protesta internacionalmente por declaraciones deportivas, el Gobierno español permanece en silencio ante los rellenos.
Landaluce también cuestiona las posibles implicaciones políticas del silencio gubernamental, temiendo que Gibraltar sea la gran beneficiada de las negociaciones en curso. Pide que el presidente Sánchez actúe como lo hizo el Gobierno de Mariano Rajoy, presentando una protesta formal.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores ha mantenido silencio ante la llegada de camiones cargados de piedras a Gibraltar para construir una escollera. Esta actitud contrasta con la postura más proactiva del Ejecutivo en 2013, cuando España pidió a Reino Unido la paralización de otros rellenos.
El macroproyecto, conocido como Eastside Project, incluye un hotel, 2.500 apartamentos, instalaciones comerciales y un puerto deportivo. Ecologistas de Verdemar-Ecologistas en Acción advierten sobre los impactos ambientales de este proyecto, que podría poner en riesgo ciertas especies y transformar el litoral.
La controversia no es nueva. En 2014, la Comisión Europea no encontró violaciones ambientales en los rellenos, pero los ecologistas siguen alerta ante los nuevos desarrollos.