IAM/Redacción El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha recordado hoy que “los ingresos de la Junta de Andalucía “han mejorado mucho” como consecuencia de una política económica que “ha favorecido el crecimiento y la mejora de la recaudación” y ha invitado al Gobierno autonómico a que “siga saneando sus cuentas públicas” para “favorecer el actual periodo de crecimiento económico y creación de empleo en beneficio de los ciudadanos”.
Sanz ha subrayado, en concreto, que la financiación de Andalucía consignada para este año por los recursos del sistema de financiación sujetos a liquidación asciende a 18.299 millones de euros, lo que equivale a Con un incremento del 4,8% respecto a 2016, con unos ingresos adicionales, en términos absolutos, de 835 millones de euros para la comunidad autónoma en 2017.Sanz ha afirmado, a este respecto, que la mejora de la financiación debe ir en paralelo con el saneamiento de las cuentas públicas, “porque es esa la política económica que ha permitido superar la recesión y que España y Andalucía crezcan hoy por encima de la media de los países de su entorno”, según sus palabras.Junto a ello, el delegado del Gobierno ha recordado que las cuentas que se votaron ayer en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) “son las mismas que se presentaron de diciembre”, por lo que se ha preguntado “qué ha cambiado desde entonces para que en ese momento no se opusieran y ahora sí”.En su opinión, lo que debe hacer el Gobierno andaluz, “en lugar de quejarse, es gestionar bien su presupuesto”, y utilizar parte de la mejora de la financiación, que es “una excelente noticia para todos”, para seguir saneando sus cuentas.Sanz ha expresado su convencimiento de que “la mejor política social es la creación de empleo”, de forma que todos los andaluces en edad de trabajar “puedan acceder a la oportunidad de un puesto de trabajo”, para lo que pide a la Junta que “no defienda políticas que frenan el crecimiento y el empleo”.Por el contrario, considera que “el peor enemigo del Estado del bienestar son unas cuentas públicas deficitarias e insostenibles, que merman la credibilidad de las administraciones públicas y desembocan, como ocurrió en 2011, en crisis y paro”.