IAM/Redacción El equipo de personas que componemos la Coordinadora Barrio Vivo lamentamos la terrible perdida de nuestra amiga y compañera Carmela Diaz, la que fue durante más de dos décadas secretaria general de esta asociación, y nos unimos en el dolor a su familia y a sus muchos amigos y amigas.
Carmela comenzó su trabajo en Barrio Vivo a principio de los noventa, proveniente del comité antisida del Campo de Gibraltar, el que colaboró con Antonio y nuestra llorada y eternamente añorada Carmen de la Torre, cuando hacían esfuerzos denodados por crear un recurso que diera esperanza para gente desesperada.Eran momentos en el que muchas familias llorábamos sin consuelo la pérdida de algún familiar o de algún amigo, por una enfermedad que en muchos casos estaba ligada al mundo de las drogas, enfermedad que llegó a tener dimensiones de pandemia social y humana.Carmela ha sido siempre una rebelde con causa, la causa de las personas que estaban enfermas, con problemas o al borde de la exclusión social, de ahí que no dudó ni un segundo en asumir su colaboración con el incipiente movimiento de lucha contra las drogodependencias que iniciaron otras mujeres coraje como las madres de los pañuelos verdes de la Línea, los y las valientes de Taraguilla y Miraflores, y nuestros amigos Pepe Chamizo y Luis Marquijano.Barrio Vivo necesitaba de cabeza y corazón, y en ella encontramos a la persona capaz de diseñar una organización que diera respuesta a las necesidades de dotarse de instrumentos de prevención en una ciudad como Algeciras, con barriadas diseminadas, donde los problemas se acumulaban y las políticas sociales brillaban por su ausencia.Llegamos a tener más de 200 talleres (informática, teatro, mecanografía, balonmano, futbito, pintura, bailes latinos, escuelas de alumnos y de familias, capoeira, etc.). Otro frente que cuidó con esmero era el de atención a los drogodependientes y sus familias, sobre todo a los menores, la parte más débil de la sociedad. Su preocupación por formar a nuestros técnicos y voluntarios, resultaba obsesiva, sabedora de que teníamos que dar un servicio de calidad a personas que se lo merecían todo. Logrando crear un equipo humano que, a pesar de la ausencia por su enfermedad, han hecho posible la continuidad de Barrio Vivo.Desde la Secretaría general supo gestionar Barrio Vivo, incluso en los momentos de crisis y de falta de recursos, adaptándonos a los tiempos.
Carmela colaboró con su trabajo con las Coordinadoras Alternativa, Nexo y Redes.Si Carmela, tus amigos Paco Mena, Jorge Paez, Alvaro, Isabel, Miguel Alberto, etc., hemos sido sabedores durante todos estos años de que has sido una persona que se preocupa y se ocupa por las causa de los más desfavorecidos y es por ello que te estamos eternamente agradecidos.Las personas que hoy formamos Barrio Vivo estamos muy tristes y desolados, y sabemos que el mejor homenaje que te podemos hacer es el de seguir adelante con el trabajo que tu iniciaste, a pesar del gran vacío por tu perdida, sabedores que tu recuerdo, tus enseñanzas que nos han permitido ser mejores personas.Hasta siempre.