IAM/Redacción Miguelete es caminar y “Dios del agua”, es corazón y sonrisa. A Miguelete le para la Guardia Civil para hacerse una foto, pocos, muy pocos personajes han calado tanto en una ciudad, en una Algeciras de la que presume con orgullo. Su anecdotario es interminable y para tal tarea he pedido la colaboración de quien además de ser su amigo, lleva 400 páginas de un libro sobre su vida, nadie mejor para descubrir a un caminante de la vida. Asistí a una charla de dos amigos, Antonio y Miguelete, disfruta esta entrevista como si estuvieras en la mesa entre nosotros, vistas al Estrecho y a la vida del que todos saben su nombre….FOTOS TOMOYUKI HOTTA
Primero solventar una duda que todos tenemos en la cabeza…16 km al día, todos los días desde hace 40 años, es decir, lleva caminando 215.000 km desde entonces, 17 vueltas a la Tierra, tiene mucho que contar. Su faceta de empresario le llevó desde los ruedos taurinos a poner las placas con los nombres de las calles den Algeciras, su faceta de empresario sin ánimo de lucro le lleva a ayudar como él sólo sabe, “volvía de La Línea andando tras recoger firmas durante todo el día para esa mujer”…con ustedes el maestro, un señor, Miguelete…
-Naciste en Ronda, ¿a qué edad llegas a Algeciras?
MR: Llego a Algeciras a la edad de los 7 años. Mi padre era interventor del tren y cada uno de nosotros nació en un sitio distinto. Pepe el mayor nació en Córdoba; Antonio en Bobadilla; mi hermano y yo nacimos en Ronda y Carlos en Algeciras.
-¿Cómo fue tu infancia en Algeciras a partir de los 7 años?
MR: Me unía con los chiquillos de los ferroviarios, para ese entonces llovía mucho en Algeciras, recuerdo coger dátiles que aquí le llamaban “palmicha”. En Ronda yo ya había empezado a torear en salón con un capotillo y una muleta que me había obsequiado mi padre desde Madrid, jugábamos al toro todos los días en los pabellones de la Renfe y al poco tiempo ya empecé a torear.
Con 10 años yo debuté vestido de torero. Toreé en Ubrique, Tarifa, San Roque… empecé de becerrista. El debut con picador fue en San Roque, una novillada que salió muy buena, donde y corté tres orejas.Ya el año siguiente (1967) me presente con picador en Algeciras, en una corrida con 8 toros, los novilleros matábamos las corridas de toros y los matadores mataban las novillos. Yo siempre he dicho que Algeciras es una plaza de segunda, con precios de primera y toros de tercera, a pesar de que el toro ha crecido mucho. Aun así, el toro no tiene la categoría de Albacete, que es una plaza de segunda con toros de primera.
-¿A qué edad y quién te metió el toro?
MR: Antecedentes familiares ninguno, pero tampoco habían antecedentes de pintores, y mira, salió un pintor fabuloso, llegó a pintar para el Rey y dos toreros. Mi hermano Antonio empezó como torero, luego fue banderillero, de los mejores que yo he visto.
-¿La alternativa?
MR: Bufff, la alternativa es histórica porque las alternativas las tenía yo debido a mis triunfos en años pasados como novillero, por este motivo me incluían en el cartel. En el año de la inauguración de la plaza, corté tres orejas y un rabo. Esa novillada, creo yo, ha sido la más importante que ha habido en Algeciras.
No recuerdo otra donde se les haya dado la vuelta al ruedo a tres o cuatro toros. Como dejé muy buen cartel, al año siguiente pedí la alternativa y la arreglaron con el Viti y El Cordobés, pero hubo una serie de circunstancias (mirada triste), pero eso ya no lo quiero mover, quiero pasar un tupido velo…luego ya tomé la alternativa pero no tuvo la misma fuerza pues era otro cartel, la tomé en Puerto Banús
En la feria, un 23 de julio de 1970, encargué un vestido color palo rosa y oro para la alternativa.La alternativa que no puede hacer en Algeciras era un viernes de feria, incluso se dio a conocer todo el cartel a la prensa, pero no pudo ser.
Hoy en día no hubiera ocurrido eso, hoy en día con un país democrático, con partidos demócratas de distintas orientaciones, a un alcalde le hubiera costado la salida inmediata de su cargo.
-¿Hubo una “mano negra”?
MR: Lo quiero dejar ahí porque del tema no vive ninguno en este momento, sé que tenía hasta el dinero arreglado de lo que ganaría en aquella corrida. Lo habría hecho en 50.000 duros, con esa cantidad podías comprar un piso.
Al final tomé la alternativa en Puerto Banús, me condenaron un toro a banderillas negras, al toro de mi debut y le corté una oreja al segundo. En la siguiente corrida un toro me pegó una cornada en el vientre, me perforó el estómago y a consecuencia de una transfusión que me hicieron en la enfermería, me contagiaron una Hepatitis C, lo cual me trajo muchos problemas.
-Don Fernando Ramos Argüelles…
MR: Don Fernando fue quien me arregló el tema de la alternativa junto a Carlos Corbacho, Don Fernando me veía como un hijo más en su casa, con Fernandito, Mariquilla, Evaristin…Me ayudó en todo lo que pudo. Yo almorzaba más veces en casa de Don Fernando que en mi propia casa.
-¿Cómo fue tu trayectoria como matador de toros?
MR -Mi trayectoria como matador de toros fue totalmente contraria a lo que me tenían que haber llevado. Un torero de calidad, clase, arte, con oficio, técnica, me he considerado muy buen torero aunque no haya sido figura..
Cuando he toreado un buen animal, no le he tenido que envidiar a un torero bueno. Corte de Manzanares, de Antonio Ordoñez, Paco Camino, Rafael Ortega, de Antoñete, yo he estado en ese corte de torero
-¿Quién te llevaba?
MR: Bueno, me llevó Pepe Ordoñez, quien precisamente murió el otro día, DEP. Luego, tuve otro apoderado más que no tenía nombre y empecé a matar corridas estilo Victorino, Cebada, Socorro Sánchez… cuando mataba una corrida buena, triunfaba como todo el mundo que está preparado. Recuerdo una corrida en San Roque que corté cuatro orejas y salí en hombros.
-Cuéntanos sobre aquella célebre corrida llamada “La vuelta ciclista Andalucía”
MR- (Risas) Fue en Torremolinos con Paula, el Monaguillo y yo, le pusieron la vuelta ciclística de Andalucía referente a lo que íbamos a correr los tres (risas). Era una corrida de Cebada gago con un toros que iban a la feria de Bilbao, se le pasaba la edad al ganadero, imagina que bichos más enormes, la verdad es que estuvimos a punto de irnos los tres de Torremolinos (risas), pero al final salió muy buena, a cada uno le dieron 40.000 pesetas.
-¿Cómo fue tu conversación con Rafael de Paula? ¿Cómo es el miedo de un torero?
MR: El día antes, “Parrita”, quien toreaba conmigo, tenía una novillada y me pidió permiso, yo reaparecía después de la cornada grande que tuve y reaparecía con los Cebada Gago de más de 600 kilos…. Cuando llegué, me llamaron por la noche a decirme que a Parrita lo había corneado un toro y que prácticamente se estaba muriendo, fui quien llamó a la familia para que fueran a ver la situación y al día siguiente nos tocaba a nosotros torear allí…. Con el cuerpo y la cara que llegué yo, nos hospedamos en el Hotel AltaVista.
Allí estaba la cuadrilla de Paula diciendo que “eso era un crimen” refiriéndose a la calidad de los toros del lugar y a mí se me cerró el estómago. Pedí un consomé y una tortilla a la francesa pero solo pude con lo primero. Fui a la habitación a intentar descansar pero en realidad no pude. Dando vueltas en la cama y cerca de mi vestido de torero y llegó Antonio Duarte y me dijo “¿Estás cagadito de miedo?”; y yo le dije que sí.
Él era un torero muy valiente y había sido una figura en su tiempo, se quitó la chaqueta y los zapatos y se acostó en la cama de al lado. Dos minutos después estaba roncando. Entonces llamé a Pili, la recepcionista del lugar, me dijo dónde estaban Paula y el Monaguillo. Me dirigí a la habitación y al entrar vi que Paula estaba arropado como un cadáver, con la sábana hasta el cuello. Entré a la habitación y me senté en la cama del lado. Me dijo que “estaba muerto en el combate y que no había podido ni dormir ni comer”. Luego, llamaron a la puerta y era Monaguillo, quien tenía aún más miedo que nosotros. (Risas)
Nos sentamos los tres y Paula me preguntó si me iría y yo le dije “no me lo digas otra vez”. Ahí estuvimos intentando quitarnos el miedo pero fue imposible. A la hora de estar vestidos, coincidimos los tres en el ascensor. Yo iba vestido de burdeos y oro; Rafael llevaba un vestido verde botella y el Monaguillo un vestido rosa y oro. Llegamos a la corrida y a los tres nos perdonaron la vida. Cada uno cortó tres orejas y salimos en hombros. Desde la feria en Algeciras, yo no recordaba haber dado la vuelta a tres animales. A cobrar también fuimos juntos, nos dieron 40.000 pesetas a cada uno. Eso fue en el año 1973.
-Miguel, te retiraste pero antes fuiste a México, ¿en qué año fue eso?
MR: En 1975, luego fui a México. Me arrepentí de haberme retirado tan pronto. Pasé cinco ferias de Algeciras sin venir, toreaba en Torremolinos, Marbella, e incluso toreaba alternativas en Madrid.
-¿Por qué te fuiste a México?
MR: Más que todo por conocer el país, llevar a cabo unas corridas allí. Allí no gané nada y más aún me gasté lo que llevaba y tuve que pedir prestado. Estuve en ese país 5 meses y fue una ilusión bonita. Pensé que si iba como una figura del toreo como Manolete, me iba a ir mejor. Manolete es el que más cartel ha tenido en México, España y en todos lados.
En Colombia, Quito y Venezuela, Manolete fue un ídolo. Yo también fui a torear a Gran Canarias, en Tenerife, a Mallorca. Cuando me pagaron fui con mi hermano Antonio a cobrar 50.000 y me quedaron 40.000 libres. Por eso te digo que si hubiera tomado la alternativa en 1970, las figuras del toreo estaban ganando cerca del millón de pesetas, mi vida artística y económica habría cambiado.
-¿Cómo fue tu experiencia apoderando?
MR: Fue una experiencia bonita. Solamente apoderé al “Merlo” durante siete años. Él me dijo que si yo lo apoderaba, reaparecía. El “Merlo” era un torero muy valiente, raza, amor propio y vergüenza torera.
-¿Cuánto tiempo duraste como empresario taurino?
MR: Mucho tiempo. Como empresario yo organicé entre 400 y 500 espectáculos. Tarifa la llevé por 11 años, Los Barrios la llevé por otros 11 años, luego llevé toros a Puente Mayorga, Campamento, en la estación de San Roque, en Palmones, en VillaMartín, Arcos… (Risas)Todas capitales importantes. -¿Cuánto tiempo llevas como aficionado del toreo desde las gradas?
MR: Yo soy un amante del toreo. Además, no tengo ninguna clase de frustración ni conozco la envidia. La envidia hace, sin querer, malas personas. La envidia y la ambición son malas. Antonio Duarte me decía que, aunque a mí me hubieran dado muchas corridas, no habría llegado a ser figura porque yo con tal de tener los zapatos limpios y comer tres veces al día, me sobraba todo. No me gustaban los coches, los caballos, las fincas… No tenía ambición ni del dinero o de ser capaz de mandar en el mundo del toreo.
-Háblanos de una mala tarde y tu palmarés…
MR: En el pueblo donde nació José Tomas, dejé vivos los dos toros, estuve fatal y en la euforia de la gente me querían pegar e incluso hasta matar, me tuvo que escoltar la Guardia Civil y de repente siento un pellizco en la espalda, me giro y le digo al guardia, ¿usted también? Y me dice, “es que has estado muy mal Miguelete” (risas)
Luego escapé con la ayuda de la escalera por la ventana del ayuntamiento vestido de luces, un amigo que estaba estudiando en Madrid, había ido en la moto y gracias a él pudimos escapar de ese lugar, llegué vestido de luces a Madrid montado en moto…Cuando te salvan la vida no conoces ni la vergüenza ni nada. He matado 85 toros sin picador. He toreado alrededor de 40 festivales benéficos y 20 corridas de toros antes de mi retiro. Ese ha sido mi palmarés.
-Y con Miguelete llegó la lluvia….¿Dónde nace la leyenda?
MR: El festival de mi hermano ha sido el único que no he organizado para otra persona, pues era para mi sangre. Mi hermano llevaba una carrera buena, pero por circunstancias de que estaba cansado y que tenía a sus niñas, Don Gustavo le ajustó la temporada del bombero y ganaba más dinero. En Algeciras hay muy buenos toreros, incluso hay 12 o 14 banderilleros de categoría que no tienen que envidiarles a las catalogadas “figuras”.
El festival de mi hermano fue después de la cornada de Zaragoza. Yo estaba indeciso de organizar el festival. Paco fue quien me animó a organizarlo. Empecé a organizarlo un año antes., conseguí un buen cartel como Rafael de Paula, Miguelete, José Antonio Ortega y Curro Romero
Los toros regalados de Marcos Núñez y todos los preparativos: médicos, ambulancias, veterinarios, taquilleros, inspectores, banda de música, propaganda, reparto, porte de los toros… todo fue gratuito. Si yo le hago caso al sagrado Fernández que ya no está entre nosotros y lo pongo el día que él me orientó para ponerlo, Día de Andalucía, le quedan a mi hermano entre 12 a 14 millones de pesetas libres, hablando del año 1990.
Sin embargo, lo que sucedió fue: se cortó El Estrecho a causa de un temporal, con vientos de más de 100 kilómetros por hora.
Cada vez que ponía fecha llovía, se suspendió cuatro veces. Luego del festival me dio una depresión. Lo que me salvó fue que tenía asegurado el festival y lo cobré tres veces. Ese seguro del grupo vitalicio lo cobré unas tres veces, sino tenía que vender hasta el piso. El cartel quedó con Manolo Cortés, quien murió hace poco, Fernando Cepeda, José Antonio Campusano, Pedro Castillo y “Orteguita”.
-El festival de Manolito, ¿cómo se cuadró?
MR: Cuando yo organicé el festival para el “Enanito” de San Isidro, Manolito, quien murió, en medio de las gestiones, una noche, Manolo Moles me hizo una entrevista a escala nacional donde me preguntan todo lo relacionado con el festival. En aquella entrevista dejé en claro que no tendría parte seria, entonces, Antoñete, hizo una intervención donde decía que quería hacer parte de “la parte seria” del festival. Recuerdo que Antoñete mató dos toros en el festival. Uno de esos toros pertenecía a Santiago Dome.
Decido llamarlo muy tarde, por la noche pues nosotros los taurinos acostumbramos a llamarnos muy tarde. Me dijo que estaba recién casado y que esas no eran horas de llamarle a lo que le respondí que “no estarás haciendo el amor a toda hora”. Se enojó tanto que me colgó el teléfono. (Risas). Pensé que no iba a haber toro encerrado para el festival. Antoñete, quien era un gran torero y amigo, lo llamé y le conté lo sucedido con Santiago Domeq. Él me confirmó que iba a haber toro encerrado para el festival.
–Miguelete el caminante…cuéntanos una anécdota de la carretera…
MR: Llevo andando más de 40 años y durante todo ese tiempo hago recorridos diarios de más de 16 kilómetros. Una de las anécdotas más bonitas que me han sucedido en la carretera fue cuando un Guardia Civil jovencillo, de unos 23 años, me indica desde el otro lado de la carretera que quiere hablar conmigo. Se acercó a mí, en ese momento pensaba que me iba a multar por no llevar puesto el chaleco y me dijo que yo formaba parte del paisaje. Me dijo que quería hacerse una foto conmigo para mandársela a su padre en Barcelona. Otra que recuerdo es cuando paró un autobús lleno de gente y me pararon por la Torre del Milenio.
El chofer me dijo que querían conversar conmigo. Resulta que venían personas de la tercera edad viajando desde Casares, ya habían conocido Algeciras y el Campo de Gibraltar y se querían hacer una foto conmigo. La gente se comenzó a bajar del autobús pero a mí me dio pena pues yo estaba todo sudado. Se pusieron de cinco en cinco y me hice la foto con todos ellos.
-¿Por qué la carretera?
MR: Ando por la carretera porque he probado andar por otro sitio y tardo en mi recorrido dos horas más de la gente que me conoce o me para, yo no alcancé a imaginar que era tan popular. No digo famoso porque no fui un torero reconocido a escala nacional como Manolete, sin embargo, yo soy popular en Algeciras y en el Campo de Gibraltar.
-¿Qué te pasó con la alcaldesa de La Línea?
MR- Cuando estaba organizando la concesión de hijos adoptivos de Nacho Falguera, el escultor, que estaba muy malito, fui quien promovió que lo proclamaran como hijo adoptivo de La Línea.
Cuando estaba organizando el tema, llamé a la alcaldesa, que era entonces Gema Araujo, hablé con la secretaria y programé una cita para hablar con la alcaldesa para el tema de Nacho. Pasó casi mes y pico y nadie me respondía y le dije que en ese tiempo ya habría hablado con Obama. (Risas). En caliente, me hicieron una entrevista en la Cadena Ser, hablé de la alcaldesa y dije que era inepta e irresponsable. Lo que yo pedía era hacer un homenaje a un escultor grandioso, aunque me arrepentí ya lo había hecho. Me fui a vivir a La Línea por 15 días y en ese tiempo logré reunir 6.252 firmas.
En ese tiempo caminaba 22 kilómetros desde mi casa hasta el centro. Cuando tuve todas las firmas, llamé al ayuntamiento y le dije a la secretaria que al día siguiente llevaría las firmas que recolecté y quería saber si alguien me iba a ayudar con el registro de entrada de las firmas. Esto esta pedido por la Asociación Cultural Benéfica Hijo Adoptivo Miguelete. A los tres minutos me llamó la alcaldesa y le pedí disculpas por lo que dije y me respondió que al día siguiente me estaría esperando en la puerta con la prensa. Nacho Falguera ya estaba muy malito y le dije que era prioritario nombrarlo hijo adoptivo de La Línea antes de que muriera porque ni la familia ni yo íbamos a aceptar tal nombramiento en caso de que muriera antes del nombramiento. La alcaldesa me dijo que había pleno en una semana, le dije que no me valía, que estaba muy mal este hombre…convocó una Junta de Portavoces extraordinaria para tratar el tema, a las 48 horas, se hizo hijo adoptivo de La Línea.
-¿Y en Algeciras qué tal?
MR: Algo similar lo hice con Aurora Millán cuando la postulé para hija predilecta. Patricio me dijo que le hacían falta muchas firmas y tenía muchas peticiones. Le pregunté la cantidad de firmas que necesitaba y me respondió que por lo menos 2.000. Le dije que le iba a llevar 10.000.
Estuve en la calle 15 días y recogí 10.428 firmas. Se las llevé en un maletín y cuando llegue a la oficina le levé todas las firmas. Hicieron a Aurora hija predilecta de Algeciras para una semana santa.
-¿Qué te mueve hacer eso?
MR: Me mueve mi manera de ser, mi carácter, mi idea de la justicia. Soy una persona que padezco muchos bajones porque sufro de depresión. Yo saludo a todo el mundo, soy educado, soy afectivo y doy besos a quien se los merece. Cuando hago una cosa de esas veo que es justo con las personas.
Cuando Aurora Millán murió, hablé para que su cuerpo fuera guardado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, pero no lo hicieron. Doña Aurora para mí fue una santa y siempre la admiré mucho. -¿Quién es Miguelete cuando estaba en las “lonas”?
MR: “Miguelete” cuando está en las lonas es todo lo contrario. Soy una persona triste, con ansiedad, angustia, llanto. Desconecto el teléfono, el timbre y solamente hablo con mi médico, Agustín Pérez Sendino.
Él es una gran persona y aficionado a los toros y siempre ha sido mi médico de confianza. He tenido que ser ingresado hasta salud mental varias veces. Cuando mi mujer venía a verme en salud mental era como estar en la cárcel, pues las visitas eran de 4 a 6 de la tarde, no me afeitaba, aseaba o dormía. Pensaban que ella era mi hija y no tenía fuerzas para responder que era mi mujer. No sé porque las personas me dicen “Manolete”, sobre todo los gitanos. Pensaban que ella era mi hija y no tenía fuerzas para responder que era mi mujer.
En ese momento yo aparentaba 20 años más. Tomo mis tratamientos de mantenimiento todos los días, Agustín me tenía prohibido que hablara de mi enfermedad, pero con el tiempo me admitió que me venía bien. Son muchas personas que se han suicidado y la mayoría padece de depresión.
-Tú eres una de las personas que más ha entrado a la cárcel sin pasar por los juzgados…
MR: El director de la cárcel, Salaverry, me ha dicho muchas veces que allá todos tienen un ladrillito. No se va solo por motivos de corrupción o asesinato, hay personas que han ido a la cárcel sin esperárselo. Suelo ir unas 4 o 5 veces a ver a personas recomendadas. He tenido amigos en la prisión por muchos años y de hecho el hermano de un apoderado mío.
-¿Tienes móvil?
No, o estoy en casa o estoy en el museo o en la carretera andando. Quien me quiere localizar me localiza.
-¿Qué es Algeciras para ti?
MR: Nacer en Ronda fue una circunstancia. Yo soy un enamorado de Algeciras. Lo que peor me sienta es que me hablen mal de Algeciras. Es una ciudad hospitalaria, acogedora y buena. Yo lo sé con una credibilidad muy grande.
Yo llevo 40 años pidiendo dinero para los demás, para mí no he tenido la necesidad. Algeciras es una ciudad tan altruista que yo sé lo que voy a recaudar. En la crisis he recaudado dinero más que en otras oportunidades, se han hecho más sensibles a las necesidades de los demás.
-¿Has tenido algún tropiezo?
MR: He tenido pocos. Tal vez uno por año.
-¿Cómo es tu relación con el agua?
MR: Ya me he acostumbrado y no me sienta mal. Me hace mucha gracia que hagan chistes y bromas, tal como la fotografía de Facebook.
-¿La lluvia te acompaña? ¿de dónde viene?
MR: Del festival de mi hermano que se había suspendido cuatro veces. En 200 años dirán que “llovía más que cuando toreaba Miguelete”. Mucha gente, sobre todo los gitanos, me dicen “Manolete”, no sé porque…
-¿Qué te ha parecido Puro Estrecho?
MR: Me habían hablado del restaurante pero no lo conocía. Es una cosa extraordinaria. Tiene una cosa antigua y moderna difícil de explicar. Es acogedor. Me ha impresionado el salón que le tienen dedicado a Paco de Lucía. Es un sitio encantador. En privilegio para mi Algeciras
-Háblanos un poco de tu faceta de empresario…
MR: He sido y soy empresario “social”, para ayudar, organizo eventos para ayudar a los demás pero también he sido empresario taurino y para otros temas, como la gestión de los nombres de las calles de Algeciras
Colocaba el nombre de las calles y bajo ésta un indicativo de un negocio local cercano, hicimos muchas, ahora sólo quedan cinco. Fue idea de una multinacional y me buscaron como persona popular para hacer esto. Pude ganar mucho más dinero, porque pude poner 1.500 placas pero no pasé de las 300.
Al año, las placas costaban 24.000 pesetas y yo ganaba un 30% de comisión por cada placa, después entró un alcalde aquí y lo primero que hizo fue retirar las placas. Afortunadamente, yo ya no necesitaba de las placas, por lo que había cotizado en el toreo, me había quedado dinero por una invalidez absoluta. El alcalde fue Tomás Herrera y al parecer no se llevaba muy bien con Miguelete, le pedí 6 meses de espera solo para cumplir lo pactado con los clientes.
-¿No tuviste buena experiencia con Tomás Herrera?
MR- Como persona y político, Tomás Herrera es cero en categoría. Llegó a tal extremo que solicitó que no me dieran el pase de callejón para el toreo. Yo llego a un extremo en el cual no era necesario que me lo solicitaran, desde que me retiré de torear, me he pongo en la zona del sol, nunca me he puesto en la sombra. Allí se hacen políticos, famosos, artistas apoderados y las meriendas. Yo no tomo nada en los toros. Ante la situación, convoqué a una rueda de prensa.
Estaba yo en alcaldía y dejó la puerta entre abierta y dijo (Herrera) “que haga lo que quiera que no hay pase de callejón para él, que los vea desde el tendido”. Cuando yo salí de allí me fui tranquilamente.
Yo le avise a Herrera con anterioridad sobre la rueda de prensa y saber si había recapacitado. No era por el pase de callejón ni que me hiciera falta. Yo ya soy hijo adoptivo de Algeciras y tengo mucho reconocimiento.
Este merecimiento no te lo otorgan las autoridades sino el pueblo. Estaba almorzando en casa de mi hermano Antonio y sonó el teléfono. Se comunicaron diciendo que la Junta de Andalucía había recapacitado y que me enviarían los pases de callejón. Me dio mucha pena y a Tomás Herrera le dijeron que me iban a sacar escoltado pero que él no podría ir a la feria de ese año por la que se iba a formar. Yo cuento con el pueblo.Rafael España fue quien me puso la sala cultural que lleva mi nombre en contra de Tomás Herrera que no quería. De hecho no fue a la inauguración, si fue José Ignacio Landaluce quien estaba en la oposición, con su equipo entero.
-¿Es duro pedir dinero para los demás?
MR Lo hago con todo el amor, pero te contaré otra anécdota, a mí me dejan entrar a los restaurantes a pedir los donativos, en este mismo que es de categoría, no solo por los precios sino por el caché distinto de las personas que visitan el lugar. Afortunadamente hago muy buenas recaudaciones, incluso entro cuando la gente está comiendo, cosa que no pueden hacer los cuponeros o los de las rifas. Yo llego a la hora clave cuando ya se han fumado los puros o tomado los whiskies ya están contentos. Me dan 20, 40, 50 y hago un 20% de los donativos en los restaurantes del Campo de Gibraltar.
Un día llegué al Ópera y estaban tres personas en una mesa. Pedí el donativo como siempre y me decían “vete ya con las papeletas”. Me insultó de tal forma que el que venía conmigo, Paquito, se molestó. Le dije de forma amable que no se levantara porque no se sentaría por sí mismo. Decidí que no pediría más donativos por ese día pues se lo dedicaría a esa persona, me fui a medios de comunicación importantes y en ese entonces estaba pidiendo para la campaña de navidad.
En la noche me llamó José Luis Lara, quien es un gran amigo mío, persona sencilla y extraordinaria, siempre ha tratado a todo el mundo, me dijo que el individuo, Nicolás Aguilar, dentista, estaba dispuesto a darme 1.200 euros si yo retiraba lo dicho. Le dije que si iba conmigo y me pedía disculpas públicas, no me tenía que dar dinero. Hizo caso omiso y al día siguiente se publicó en los medios esta situación. La persona que me dé un mal rato, no solo tiene que ser enemigo de Algeciras sino de sí mismo, es una persona que se peleará con él cuando se mira al espejo. Me considero una gran persona, torero y mi profesión la he ejercido con mucha dignidad.
-Para terminar, un par anécdota más….
MR Hace años, me pasó en la carretera que vi a una muchacha pelirroja, delgada. Iba tan rápido que, kilómetros más adelante que la alcancé le dije “la madre que te parió, ¿tú a qué velocidad andas?” Y me respondió “me dicen la Migueleta” (Risas).
También de la carretera, hace un año, iba conduciendo para Sevilla a una corrida de toros. Un motorista de la Guardia Civil me adelanta y con la mano me señala que me haga para afuera. Me aparco a la derecha, se baja de la moto y me dice “Hombre Miguelte no te conocí” por qué iba sin mi sombrero” y sin cinturón. Le dije que el cinturón no me lo pongo nunca a causa de la cornada y la hepatitis C, pues me afectaba la herida. La verdad no me puso problema por ello. Antes de irme, me preguntó si llevaba mi carnet de conducir, “creo que sí le dije” pero al tratar de buscarlo me dejó ir entre risas, anda dale dale…(risas).
Se fuma dos cigarros al día, “tras el almuerzo y la cena y no me fumo tres nunca, ni el día que me separé”, no tiene móvil ni navega por internet, “pero quien me quiere localizar me localiza”.Tomamos un arroz de vértigo y se reservó para el postre, que tomó dos veces, lo dulce es lo suyo. No había estado en Puro Estrecho y al salir ya presumía de sitio para Algeciras.
En la mesa de al lado una pareja de recién casados de Cantabria, le pidieron hacerse una foto y les invitó a su museo esa misma tarde, en la otra mesa cerca una comida de empresa y justo al lado igual, ese día no hablaron mucho de negocios, todos ponían la oreja cuando Miguelete contaba una anécdota, terminó saludando a todos.
De camino a casa lo dejé un segundo en doble fila frente a su museo para darle los capotes del maletero, llegó un policía, me miró y me iba a decir algo…salió Miguelete por la otra puerta, el policía sonrió y me rebasó con la moto, Miguelete lo paró, le pidió un bolígrafo y me lo dio para que le apuntara mi teléfono, escribí los 12 primeros números que se ocurrieron, estaba nervioso “ya se lo daría bien luego, pensé”… pasar tiempo con Miguelete es transportarse a su planeta, una delicia de ser humano reconocido por todos, gracias crack.