IAM/Redacción Brillante jornada técnica en la que se expuso la situación actual de la línea férrea Algeciras – Bobadilla y la potencialidad que representa.La jornada acabó con un ruego: “Por favor, no más primeras piedras en esta línea. Es hora de colocar la última”.
Más de 100 personas asistieron ayer a la Jornada de Conocimiento “Un Siglo Sin Tren” organizada por la asociación @ndalucíabay20.30 y que contó con la presencia de los ponentes D. Manuel Morón, presidente de la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras, D. Carlos Fenoy, presidente de la Cámara de Comercio del Campo de Gibraltar y D. Manuel Doblado, presidente de la AGI. La jornada fue presentada y moderada por el presidente de @ndaluciabay20.30, que recordó el artículo 1 del proyecto de Ley aprobado en el Senado de España el día 21 de enero de 1919, donde se autorizaba al Gobierno de Su Majestad a construir y explotar por su cuenta un ferrocarril de doble vía y 1,44 metros de ancho de carril, con tracción eléctrica, que una la frontera francesa con el Puerto de Algeciras. A continuación, D. Manuel Morón realizó una brillante exposición de la situación del ferrocarril Algeciras-Bobadilla, destacando que, en los presupuestos generales de 2012 a 2016, el ramal costero del corredor mediterráneo ha recibido 5.961 millones de Euros de inversión, mientras que el ramal central ha recibido 213 Millones de Euros, de ellos sólo 170 Millones para la línea Algeciras-Bobadilla. Igualmente, precisó que en una reunión en enero de 2015, el Ministerio de Fomento presentó la situación real de la línea Algeciras-Bobadilla en un documento donde se reflejaban las actuaciones ya realizadas, con una inversión total inferior a 20 millones de euros -de los que 17 corresponden a actuaciones en el interior del recinto portuario y sufragadas por la propia APBA- y las pendientes, que están valoradas en 1.280 millones de Euros. Según Morón, ese documento sigue vigente, al no haberse realizado ninguna actuación desde entonces, agravio comparativo que se incrementa con las actuaciones financieras del Gobierno de España en competidores extranjeros como Tánger o Sines. Don Carlos Fenoy describió en su intervención un análisis histórico del ferrocarril, demanda de la Cámara de Comercio desde su acta fundacional en 1909. Hizo hincapié en la exposición de motivos del decreto aprobado en 1919, donde se indicaba que, aunque el proyecto fuera gravoso en un primer momento para el Estado, se compensaría en poco tiempo por la actividad económica que implicaría. Bajo su punto de vista, esta exposición de motivos sigue estando vigente. Además presentó datos que indicaban el incremento de actividad que supondría el ferrocarril a lo largo de toda la línea. Dicha información ya ha sido utilizada en las múltiples reuniones que se han mantenido a lo largo de los años, tanto en Madrid con el Gobierno Central, como en Bruselas con organismos de la UE. Un dato que recalcó al igual que el ponente anterior fue que cada año se cargan en la Bahía de Algeciras unos 700.000 camiones, uno cada 45 segundos. El último de los ponentes, D. Manuel Doblado, quiso dar un enfoque diferente a su exposición, presentando datos de la Asociación de Grandes Industrias. Las empresas que integran esta asociación han invertido en los últimos años aproximadamente 200 millones de euros anuales en una estrategia que Doblado denominó “crecer o morir”. En esta estrategia el ferrocarril tiene gran importancia porque mejoraría la competitividad de las empresas, que casi no lo utilizan. Un ferrocarril con buenas prestaciones podría ser un valor añadido para el crecimiento de las instalaciones del Campo de Gibraltar. “Las empresas no sólo competimos con otras empresas, sino también con otras instalaciones de nuestras propias empresas”. En este sentido, presentó las estrategias ferroviarias de otros puertos europeos, quedando en evidencia la de la Bahía de Algeciras. La jornada finalizó con un turno de preguntas por parte de los asistentes, que abarrotaron la sala y el pasillo de acceso. Y un ruego generalizado: Por favor, no más primeras piedras del ferrocarril, ya es hora de colocar la última piedra.