“No es el levante sino la estupidez la causante del actual estado de la playa de El Rinconcillo. La estupidez en el diseño, seguimiento y control de las políticas públicas; porque el levante, que tanto nos define, sopla antes que el primer campogibraltareño osara ponerse en pie. Pero sigue resultando fácil recurrir al chivo expiatorio de los elementos”.
Pedir subvenciones a las instituciones europeas es tapar la estupidez metiendo una y otra vez las manos en los bolsillos de los ciudadanos para volcar toneladas de arena o enormes piedras llenando la playa de escolleras o espigones. Si el problema que creamos se ve, se tapa con más dinero.
Ante tanta torpeza y escasez de ideas no es de extrañar la desafección de los algecireños a estos políticos que no defienden los intereses generales del pueblo, que no piensan en resolver los problemas, sino en taparlos. Vengan subvenciones, culpemos a los elementos, tapemos la verdad.
Da verdadero pudor ver cómo la politiquería presenta megaproyectos oportunistas a sufragar con la pólvora del rey del dinero comunitario sin contar con la voluntad e interés general del pueblo. Los políticos magníficos de magnífica presencia ven tan idiotas al pueblo que ni les pregunta qué quieren hacer con su dinero, con sus calles, con sus playas. Ojalá algún día un campogibraltareño verdaderamente ciudadano ose ponerse en pie.
Lo que toca a la decencia es acabar con la chapuza de la política mediocre y apostar al esclarecimiento de lo que sucede para que paguen los responsables y recuperar la playa de todos poniéndonos junto a Verdemar-ecologistas en Acción. Y es ahí donde un alcalde responsable tal vez debiera estar.
Nosotros, el Pueblo de Algeciras como asociación de políticas públicas integrada por ciudadanos libres de la sociedad civil en búsqueda de la verdad manifestamos nuestro leal compromiso a la causa medioambiental por lo que saludamos con alegría y determinación las acciones de la citada asociación ecologista.
Como corroboran las fotografías cenitales que aportamos de la playa de El Rinconcillo procedentes de la página web del área de la propia Junta de Andalucía, la modificaron de la dinámica de mareas entre 1995 y 1998 coincidió con las obras del dragado de la playa habiendo un antes y un después en detrimento del patrimonio e interés general de los algecireños.