IAM/Redacción La huelga de funcionarios es a nivel nacional. Los funcionarios del centro penitenciario Botafuegos, en Algeciras, están llamados, este miércoles a una huelga, para reivindicar mejoras en el sector.
Brecha salarial, reclasificación de los centros penitenciarios, abandono… son algunas de las cuestiones que los sindicatos CCOO, Acaip, CIG, UGT y CSIF, justifican para secundar la protesta que en Algeciras podrá afectar a una población reclusa que supera los 1.300 internos.
José Luis Alcaraz, delegado de acaip, el sindicato mayoritario de prisiones, explica los motivos de la huelga que afectará a los ochenta centros penitenciarios de todo el territorio español. “Venimos sufriendo un abandono total por las administraciones. Falta personal, con agresiones diarias de internos, con recortes… y estamos hartos ya de esta situación. A pesar de protagonizar cientos de actos de protesta, seguimos siendo invisibles y pasamos desapercibidos”. Demandas “silenciadas” según el sindicalista. “Y con agresiones”, recalca.
Apoyos, pocos. “PSOE y Podemos se comprometieron a llevar nuestras peticiones al Congreso y al Senado pero una vez en el Gobierno, el ministro del Interior, Grande Marlaska se olvida, y sin dar explicaciones”. Una “humillación” en toda regla que no están dispuestos a seguir padeciendo. De ahí que se hayan programado no sólo una sino un total de seis. “Junto a la de este miércoles, el 26 de octubre, 6, 8, 13 y 15 de noviembre”, detalla.
Recalca que es la primera vez en la historia en la que Botafuegos al igual que el resto de prisiones españolas secundará una huelga. “Los servicios mínimos son abusivos”, afirma. “No va a ser una huelga violenta solo informativa, repartiremos octavillas y pediremos a todos los funcionarios que no acudan a sus puestos de trabajo y que nos apoyen en las reivindicaciones”.
Una huelga que podría agravarse, teniendo en cuenta que Botafuegos es una prisión que está sobresaturada y masificada de internos. “En Botafuegos, faltan también funcionarios y en cambio, hay cada vez mayor población reclusa con un máximo de mil internos que se supera en más de cuatrocientos. No hay medios ni humanos ni materiales para todo esto”. “Cuando se dice que harían falta más cárceles eso es erróneo, hay muchas cárceles cerradas”.
