Afea al responsable de Salud que no haya habido por parte de la Consejería una coordinación con el resto de administraciones para garantizar la circulación de los vehículos de emergencia y que no haya armonizado el derecho a la salud con el constitucional derecho a la huelga
La parlamentaria de Adelante Andalucía, Ángela Aguilera ha reprochado al consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, que criminalice a los trabajadores del metal en huelga en el Campo de Gibraltar. Para Aguilera, que el consejero de Sanidad salga a criminalizar la huelga del metal es una auténtica vergüenza. Por el contrario, el consejero debería estar exigiéndole a Cepsa y Acerinox que se sienten a negociar con los trabajadores y las trabajadoras y que se acabe con esta situación; debería intentar coordinarse y exigir las medidas necesarias para que haya una organización adecuada entre las administraciones, que garanticen la circulación de aquellos vehículos de emergencia, así como armonizar el derecho a la salud con el derecho constitucional a la huelga.
Nos parece un auténtico dislate que un consejero que tiene la sanidad hecha unos auténticos zorros en la comarca del Campo de Gibraltar, salga a criminalizar al movimiento de los trabajadores y trabajadoras mientras es incapaz de dar una solución a las tantas demandas que tiene nuestra sociedad campogibraltareña frente a una sanidad pública que hace aguas por todas partes: una sanidad pública que tiene hospitales con las mayores listas de espera, que no tiene especialistas y que está determinantemente abocada al desastre si no hay un cambio de política radical por parte de un consejero que está más preocupado en privatizar, el catering de los desayunos por ejemplo, que en los intereses de unos trabajadores y trabajadoras que necesitan el apoyo de su Gobierno de la Junta y de todas sus autoridades públicas, ha asegurado la diputada campogibraltareña.
Finalmente, Aguilera ha calificado de lamentable que se pretenda criminalizar esta huelga mientras estos mismos representantes políticos no hacen nada para sentar en la mesa de negociación a las grandes industrias que están incumpliendo los acuerdos del metal.