Varios miembros de la plantilla y el cuerpo técnico del Algeciras CF se han visto obligados a acudir a la vía judicial para reclamar los salarios atrasados correspondientes a la temporada 2009-10 “por puro trámite”, para que “no prescriba” -al parecer tenían de plazo hasta el 31 de marzo- y “para no perder la posibilidad de acogerse al Fondo de Garantía Salarial” en el hipotético caso de que el club se viese abocado a la desaparición en las circunstancias actuales.
Fuentes del entorno del colectivo denunciante, cuya reclamación se ha hecho de manera consensuada, han querido dejar claro que no se trata de una medida “para desestabilizar o presionar al club” y se reiteran en que este trámite únicamente asegura a los denunciantes la posibilidad de no perder sus derechos si la figura jurídica del club desapareciese. De hecho, la medida tomada por los profesionales sigue el ejemplo del de los trabajadores de muchas empresas con riesgo de cierre en las que sus trabajadores llevan tiempo sin cobrar.
Las mismas fuentes lamentan que desde determinados ámbitos se trate de utilizar esta denuncia “como un medio de desestabilizar al club” en un momento tan crucial como el que se está viviendo, y al menos este sector de los denunciantes está del lado de la Junta Gestora que se ha hecho cargo del club, al tiempo que, siempre según estos testimonios, están abiertos a buscar alternativas consensuadas en base a las posibilidades actuales de la entidad algecirista.
Desde el club confirmaron que esta denuncia se puso en conocimiento de la antigua directiva hace unas tres semanas y que se conocen las circunstancias que han dado lugar a su interposición. Agregan que se ha manifestado, desde el colectivo denunciante, la intención de retirar la demanda una vez que se adelante parte de estos salarios atrasados, previo reconocimiento oficial de la deuda por el club.
Hay que puntualizar que la denuncia se refiere siempre a los salarios de la pasada temporada, y no al endeudamiento del club con plantilla y cuerpo técnico relativa a este año.
