En las últimas horas se ha registrado más de una decena de estos retornos voluntarios que se están produciendo por la situación que viven los migrantes, muchos de ellos durmiendo desde hace tres días en jardines o parques de la ciudad y sin recursos, según han detallado a Efe fuentes policiales, por lo que optan por volver a su país.
Es el caso de Mohamed Bouchraf, quien ha contado a Efe que llegó a Ceuta “engañado” a primeras horas del lunes, porque otros compañeros le dijeron que iban a salir hacia la península.
Mohamed, obrero de la construcción, natural de la localidad de Rincón de M’diq -distante unos 25 kilómetros de la frontera ceutí-, ha relatado que llegó hasta el paso fronterizo andando junto con otros cuatro migrantes, y que se separaron ante el tumulto formado en la frontera.
Ha pasado los últimos días en la ciudad durmiendo en un jardín situado junto a una cadena de comida rápida y ahora vuelve a su país. “Aquí en Ceuta no hay trabajo ni nada y al menos en Marruecos duermo bajo techo”, ha declarado a Efe.
Otro de los llegados, Hakim Mohamed, de 20 años, natural de Castillejos, explica a Efe que antes de cerrarse la frontera, en marzo de 2020, solía cruzar a Ceuta con asiduidad para pasar mercancía.
“Ahora llevo más de un año sin nada, pensaba que estando otra vez en Ceuta podía hacer algo pero está todo cerrado, prefiero volver a mi casa”.
Su vivienda apenas dista unos dos kilómetros de la frontera ceutí, por lo que Hakim no duda que volverá “cuando esté todo mejor”.
Muchos de estos inmigrantes también se han desplazado a la zona del puerto de la ciudad, a la espera de poder entrar ilegalmente en alguno de los barcos de pasajeros que enlazan Ceuta con el puerto de Algeciras (Cádiz).
Por esta circunstancia, la Policía portuaria y agentes de la Guardia Civil han incrementado la vigilancia en la zona para evitar que puedan introducirse como polizones tanto en los barcos de pasajeros como en cualquier otro buque que zarpe de la ciudad.