La historia de este negocio familiar comenzó hace más de cincuenta años, cuando su tío Antonio compró el puesto númerto 1 de pescado del mercado Ingeniero Torroja. Sin embargo, su temprano fallecimiento hijo que su mujer y su hermana, María y Carmen se hicieran cargo del negocio.
Durante años, los algecireños reconocieron este puesto de pescado, uno de los más populares del mercado, como el de María y Carmen, dos mujeres que supieron hacer prosperar el negocio en un momento en el que la plaza estaba en plena ebullición.
Sin embargo, durante estos años, una pieza clave para el negocio sería Alonso Urbaneja, el padre de Ana y Cristina, que se encargaba todas las mañanas de ir a la subasta del pescado en la lonja y comprar el género que luego se comercializaba en el puesto de María y Carmen. Para ello, habia conseguido un permiso de su trabajo en el muelle para poder alternar ambas cosas y poder facilitar el suninistro del pescado para el negocio familiar.
Tras la jubilación de María y Carmen y la quiebra de su empresa en el muelle, Alonso Urbaneja se haría cargo en solitario del puesto, que gestionó hasta su jubilación.
Legado familiar
Desde niñas, Ana y Cristina, crecieron en torno al calor del negocio familiar de la plaza, primero regentado por sus tías y luego por su padre. “Íbamos todos los sábados, que no había colegio, y recuerdo que la plaza era un hervidero. No se cabía por los pasillos”, rememora Ana Urbaneja.
Poco a poco, las dos hermanas fueron cogiendo el testigo, aunque de una forma más espontánea que buscada. Primero fue Cristina, que ayudaría a su padre hasta su jubilación; y luego Ana, que entró para sustituir a su hermana de una operación, y que ya no volvería a abandonar el puesto. Entre las dos, además, compraron los puestos 2 y 3, dándole a Ana y Cristina la apariencia actual, la de uno de los puestos de pescado más conocidos y queridos en Algeciras.
Desde el boquerón hasta el carabinero
La pescadería Ana y Cristina se caracteriza por su variedad y por trabajar todo tipo de género de calidad. Desde el pescaíto para la fritura como el mejor marisco; desde el boquerón al carabinero; tanto la gamba arrocera como la de plancha… desde una compra de 5 euros a una mariscada por todo lo alto.
En su bagaje se encuentra todo lo aprendido de décadas de negocio familiar: “Sobre todo, lo que hemos aprendido es a trabajar el producto de buena calidad y a cuidar al cliente. Para nosotras, cualquier cliente es bueno, y le damos mucha importancia al trato personal. Es tan importante conservar a los clientes de siempre como al que viene nuevo”, explica Ana Urbaneja.
Además, las dos hermanas se caracterizan por su adaptación a los nuevos tiempos y por su capacidad de trabajo: “Nosotras vamos todas las mañanas, de martes a sábados, al Mercalgeciras, porque compramos siempre para el diario. Elegimos nosotras mismas los productos, los transportamos, los llevamos a la plaza y los vendemos”, explica Ana, que aclara que “ya no es como antes, que se subastaba en la lonja. Ahora es diferente, los productos llevan su precio, que lo marca el proveedor”.
En su mostrador, lo habitual es encontrar género de Galicia, de Sanlúcar, de Marruecos y de la Bahía de Algeciras. Y aunque se trata de una pescadería donde poder encontrar de todo, siempre hay una marca de la casa: “la especialidad de mi hermana Cristina es la gamba y el rape al corte“.
Ahora, las dos hermanas han dado un nuevo paso hacia la modernización del negocio, con su entrada en la venta online en el Centro Comercial Virtual del Campo de Gibraltar.