Según ha explicado en una nota, la primera operación se desarrolló en la noche del pasado sábado, cuando los medios de detección de Aduanas detectaron una embarcación semirrígida presumiblemente cargada de droga.
Por ello, un patrullero de Vigilancia Aduanera con base en Algeciras se dirigió hacia el objetivo avistado previamente, que al verse sorprendido emprendió la huida, arrojando a la mar la carga de droga que portaban para aligerar la embarcación y poder darse a la fuga. Finalmente, se pudieron recuperar 31 fardos de hachís, que, una vez asegurados en puerto base, dieron un peso bruto de unos 983 kilogramos.
El segundo operativo tuvo lugar dos días después, el 21 de diciembre, tras avistarse una semirrígida de unos 12 metros de eslora y dotada con tres potentes motores fueraborda. Ante la posibilidad de que estuviese cargada de hachís, se envió un patrullero de Vigilancia Aduanera para su interceptación.
En esta ocasión, a pesar de que los tripulantes de la embarcación contrabandista arrojaron también casi toda la carga de fardos que transportaban, la semirrígida resultó interceptada, abordada e intervenida. Así, fueron detenidos sus cuatro tripulantes, tres varones españoles y otro marroquí, y se aprehendieron un total de 83 fardos de hachís, con un peso bruto aproximado de 2.765 kilogramos.
Finalmente, la Agencia Tributaria ha recordado que la Aduana española sigue manteniendo la presión sobre los flujos ilícitos en la zona del Estrecho y ha establecido un plan de vigilancia de los espacios marítimos basado en la explotación de la inteligencia y la colaboración con los organismos nacionales e internacionales encargados también del control de los estupefacientes.