Según ha indicado la Guardia Civil en una nota, se les imputan delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente por la emisión de gases refrigerantes a la atmósfera, sustancias que agotan la capa de ozono y pueden ocasionar el efecto invernadero, así como por otros vertidos peligrosos al medio ambiente.
En la primera de las investigaciones, iniciada a finales del 2019 y finalizada a principios de 2020, se procedió a la investigación del administrador único de un desguace en la localidad de Algeciras por los continuos vertidos peligrosos generados por una mala gestión de los restos de los vehículos de uso particular entregados a dicha empresa.
La segunda investigación, finalizada a principios de noviembre, se investigó a dos personas, al administrador único y al encargado de operaciones, del centro de descontaminación de vehículos al final de su vida útil y gestor de residuos metálicos en la localidad de La Línea de la Concepción, por un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente por posible afección al suelo como consecuencia de la gestión irregular de los residuos.
Según las estimaciones de la Unidad Técnica de la Oficina Central de Medio Ambiente de la Guardia Civil (Madrid), se produjo la emisión a la atmósfera de unas 6.780 toneladas de CO2. La emisión de estos gases es especialmente perjudicial para la capa de ozono, además del riesgo que conlleva tanto para el medio ambiente como para la salud de las personas.
Tras la finalización de su vida útil, los residuos que se producen necesitan de un tratamiento para su correcta eliminación. En las inspecciones que ha realizado el Seprona, se ha podido comprobar la falta de control e incorrecto tratamiento de dichos residuos por parte de las empresas referidas.
Para llevar a cabo una gestión correcta de los residuos, los Centros Autorizados de Tratamiento de vehículos al final de su vida útil (C.A.T.) deben proceder a la descontaminación de estos vehículos en el plazo máximo de 30 días desde su recepción, lo que se consigue con la retirada de todas las partes y/o elementos que se consideren residuos peligrosos, tales como aceites, líquido de frenos, líquido refrigerante, filtros de aceite, gases refrigerantes o carburante.
La investigación se centró en la falta de descontaminación de los gases refrigerantes del interior de los vehículos, el “aire acondicionado”, los cuales deben ser extraídos con el equipo apropiado, introducidos en botellas homologadas y entregados a gestores autorizados.