Los debates entre candidatos y, mucho más, los “cara a cara” entre los favoritos, permiten conocer los proyectos que presentan sus partidos pero, sobre todo, la personalidad, inteligencia emocional, capacidad dialéctica, proximidad o lejanía respecto a los ciudadanos, y algunos detalles programáticos y de gestión, de cada uno de ellos. Once elecciones generales y tan solo cuatro debates televisados entre los candidatos a La Moncloa (dos en 1993 y dos en 2008) evidencian la escasa tradición de los “cara a cara” y la reticencia histórica de los cabezas y de lista a enfrentar sus ideas en directo ante una audiencia de millones de espectadores. Partiendo de esto y de su mejor saber y entender sin olvidar sus ideas políticas. Visto y oído el “cara a cara” entre Rubalcaba y Rajoy ¿quién cree que ganó?.