Al acudir a identificarlos, los individuos huyeron del lugar, por lo que los guardias civiles inspeccionaron la zona.
Los agentes comprobaron que dos de los trasteros presentaban signos de haber sido forzados y abiertos.
Al mirar en su interior los efectivos de la Guardia Civil hallaron 66 fardos de arpillera de los empleados habitualmente para transportar hachís, que resultó ser la sustancia que contenían, hasta un total de aproximadamente 2.000 kilos.
La Guardia Civil ha instruido las correspondientes diligencias, que junto a la droga intervenida han sido puestas a disposición de la autoridad judicial.
Actualmente se están efectuando investigaciones para identificar y detener a los autores.