Según explica la Policía Nacional en una nota, una vez que alcanzan la costa española, la droga que va en el interior de una mochila es lanzada al agua donde quedaba fondeada por un tiempo indeterminado. Posteriormente, otro individuo, conocedor del punto exacto donde se encontraba sumergida la mochila, accedía a ella rescatándola e introduciéndola en un vehículo que trasladaba la mercancía desde las inmediaciones del faro de Punta Carnero hasta Algeciras.
Así, en la tarde del pasado 25 de junio, un agente de la Policía Nacional, perteneciente a la Brigada Móvil que se encontraba fuera de servicio, observó en la zona del Faro de Algeciras a dos personas que habían recogido una mochila, que previamente había soltado una moto de agua en la costa.
Tras recibir la información se realizó un dispositivo en el que participaron agentes de la UDYCO y del Grupo de Atención al Ciudadano que en la carretera a Getares detuvieron a una persona que circulaba en un turismo. Además, minutos después detuvieron al conductor de la moto que hacía labores de contravigilancia.
En el turismo se halló una mochila con diez kilogramos de hachís, en cuyo interior se encontraron dos discos de pesas de cinco kilos cada uno con el objetivo de servir de lastre a la hora de fondearla en el agua.
Además, las placas de hachís intervenidas, además del envoltorio con cinta americana en el que habitualmente son halladas, se encontraban recubiertas con una capa de globos, de los habitualmente utilizados en fiestas y celebraciones, con los que se pretendía aportar un nivel de protección mayor que evitase el efecto dañino del agua sobre la sustancia estupefaciente.
La operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Algeciras, continúa abierta y no se descartan futuras detenciones de individuos vinculados a esta operación de introducción de hachís en el país.