El colegio está situado en La Bajadilla, el barrio más poblado de Algeciras y donde se crió Paco de Lucía, un artista que posee un mural en uno de los muros del colegio y cuya figura ha sido utilizada por la comunidad educativa en las manifestaciones por el estado del centro.
Los alumnos y alumnas llevan años sin poder entrar ni jugar en su patio por la falta de reparación de uno de los muros que lo rodean, en el que aparecieron unas grietas en diciembre de 2010. Todos ellos juegan desde entonces en otro patio que soporta más del doble del alumnado que debiera.
La asociación de madres y padres considera que en estos tiempos de prevención contra el Covid-19, las autoridades deben reparar y reabrir el patio y garantizar que sus hijos van a poder jugar con espacio suficiente y con la debida distancia social entre ellos.
El manifiesto lo firman también artistas de la talla del guitarrista Paco Cepero; los cantaores Antonio Fernández Díaz Fosforito, Vicente Soto Sordera, Manuel Gerena, Esperanza Fernández y Juan Pinilla; el bailaor David Morales, o los flamencólogos Faustino Núñez, Alfredo Grimaldos y Fermín Lobatón.
Otros firmantes del escrito son el actor Juan Diego Botto, el director de cine Benito Zambrano, la abogada Cristina Almeida, o el cantautor Javier Ruibal, su hija, la bailaora Lucía Ruibal, o su hijo Javi, batería y productor musical, además del músico algecireño Antonio Romera Chipi y la cantautora Lucía Socam.
Se adhieren al escrito los pintores Andrés Vázquez de Sola y Juan Gómez Macías, los escritores Juan José Téllez, Ana Rossetti, José Chamizo de la Rubia, Enrique Montiel, o Alexis Díaz Pimienta y los periodistas Carlos Enrique Bayo, Jorge Bezares, Jordi Gordon, Antonio Avendaño, Eduardo Albaladejo, Manuel Prados, Yolanda García Villaluenga y Juan Miguel León Moriche.
Alicia Sánchez y Amaranta Cano, viuda e hija de Carlos Cano, firman también el comunicado. El antropólogo Ángel del Río, o los historiadores Julio Pérez Serrano, Manuel Ruiz Romero y Antonio Morales Benítez apoyan con su firma el texto en el que se defiende que los 550 alumnos, de los cuales un 40 por ciento son hijos e hijas de trabajadores extranjeros, “tienen todo el derecho del mundo a una educación pública de calidad en unas instalaciones dignas y seguras”.
No estamos pidiendo nada excepcional, sólo que se cumpla un derecho fundamental y básico que tienen todos los niños y niñas del mundo. Los de La Bajadilla, barrio sistemáticamente marginado y olvidado de los poderes públicos, también, se dice en el escrito.
Los orígenes del flamenco y la ascendencia campesina y obrera del barrio, construido por emigrantes andaluces que a mitad del siglo XX vinieron a trabajar a una Algeciras en crecimiento, son otros argumentos del escrito, en el que se añade que Paco de Lucía se indignaría profundamente con la situación de este colegio y firmaría encantado este comunicado porque sabría identificarse con los chiquillos que hoy corren y juegan en las calles de su barrio natal.
El escrito concluye así: Sabemos que los maestros y maestras, su directora y todo el personal del colegio hacen un trabajo magnífico con los alumnos/as, que reciben una preparación de gran nivel, pese a las dificultades que suponen las deficiencias en sus instalaciones. Que todos sepan que estamos con ellos y apoyamos su justa reivindicación. Y que lo sepa todo el que tenga en su mano poner remedio a esta situación.