Según informa la Policía Nacional en una nota, la investigación comenzó el pasado mes de mayo, dentro del marco del Plan Meridional establecido por la Dirección General de la Policía para la zona de actuación del Campo de Gibraltar. Gracias a él los investigadores reciben, entre otras, informaciones periódicas sobre vehículos que pueden ser utilizados por organizaciones de narcotraficantes para desempeñar sus actividades ilegales.
Así, los agentes supieron de la existencia de una furgoneta que podría estar utilizándose por una organización de narcotraficantes para su logística o como transporte de gasolina.
Con esta información, la Policía estableció un dispositivo de vigilancia en torno a dicho vehículo, gracias al cual los agentes observaron a un varón que circulaba en otro turismo por las inmediaciones del lugar en el que estaba aparcada la furgoneta en actitud vigilante.
Posteriormente, se dirigió hasta una vivienda, momento en el que los policías observaron en el porche de la casa a otra persona que manipulaba un fardo envuelto en cinta aislante de color marrón de los utilizados para ocultar hachís en su interior.
Los investigadores procedieron a su arresto y registraron la vivienda, en la que hallaron un total de 350 kilos de hachís en varios fardos, ubicados casi todos ellos en el garaje. Además, detuvieron a otras tres personas presuntamente implicadas en el tráfico de hachís e intervinieron dos vehículos, entre los que se encontraba la furgoneta por la que se inició la investigación.
Asimismo, han sido incautados 4.600 euros en efectivo, dos GPS, un teléfono móvil, un detector de frecuencia y varios enseres destinados a empaquetar al vacío.