El marido de la mujer detenida la pasada semana como presunta responsable del incendio del Cuartón defiende la inocencia de su esposa. Este hombre ha enviado una carta a la asociación de vecinos del Cuartón, explicando su versión de los hechos, en los que destaca que fue su pareja y él quienes alertaron del nuevo foco que se produjo en la zona, citando a testigos que pueden corroborar su versión. Defiende la inocencia de su pareja.
Hoy, la delegada provincial de Medio Ambiente ha confirmado que fue este hombre quien alertó del incendio a los servicios de bomberos.
Según esta versión, su esposa salió a las ocho y media de la tarde a pasear a los perros y cinco minutos después volvió alarmada a casa gritando que se había vuelto a declarar el incendio (el día anterior se había declarado otro). Según este relato, vio una columna de humo al pie de un árbol que de repente prendió como una antorcha.
Tras avisar a su esposo, también alertó a unos vecinos, para luego retirar su coche del lugar donde se había originado el fuego.
El marido asegura que dio entonces aviso al Servicio de Emergencias y cuando llegaron los bomberos le enseñaron lo que habían visto y les ofrecieron su ayuda.
El esposo agrega que su mujer, al lado de otro vecino, descubrió indicios del fuego, algo que cree son pastillas de barbacoa y así se lo hizo saber al resto de personas que se encontraban en la zona.
En su carta a los vecinos, el marido de la detenida asegura que unos cinco minutos antes de la llegada de los bomberos se localizó un nuevo foco de fuego, en el camino a un transformador y que un vecino y él intentaron apagarlo pisándolo. Entonces le dijo a su vecino que avisara a los bomberos para comprobar su estaba bien apagado y él se quedó alumbrándose con su móvil.
Los bomberos, según esta versión, descubrieron que lo que han estado pisando son pastillas de serrín prensado que se usan para encender chimeneas.
“En este momento ya estamos todos muy asustado porque nos confirma que esto es provocado y que el pirómano no puede estar lejos por lo reciente de lo que se había encendido. A mi pareja se le ocurre que tal vez no haya dos sin tres, y va a verificar un punto peligroso a unos 20 metros más abajo donde tiran restos de jardinería. Tenía razón, una primeras brasas estaban prendiendo”, relata en su carta de esposo de la detenida, quien señala que durante menos de dos minutos, ella está sola.
En su carta, cuenta que su mujer tuvo la misma reacción que él: intentar apagar estas primeras llamas con el pie, lo que consiguió. También se intenta alumbrar para verificar que había apagado bien, controlar el humo y buscar pastillas mientras da el aviso.
Según esta versión, ella se alumbra para ver a su alrededor con lo único que tiene en la mano y porque no le representó ningún peligro: un mechero.
“En este momento ve una sombra detrás de ella que piensa reconocer y se tranquiliza pensado que ya ha llegado el rescate. Esta sombra no se movió y llegamos Pedro (un vecino), un bombero y yo, y procedemos de la misma manera que en el anterior foco. Al poco rato con este punto controlado, no relajamos algo y seguimos mirando por si hay más focos. A pesar de ser anodino este final también tiene su importancia”, asegura en su escrito.
El hombre cuenta que después su pareja se va un momento a casa al baño por la emociones y vuelve. “Nos relajamos algo, y seguimos mirando desde delante de nuestra casa. Decido ir a dar mis datos a la guardia civil, ya que somos nosotros quienes habíamos avisado. Aprovecho para preguntarles sobre las pruebas e insistirles que sigan buscando en los matorrales ya que el pirómano nos tenía que estar oyendo”, narra, para continuar contando que después vuelve delante su casa con su pareja y que diez minutos más tarde viene la guardia civil pidiendo que vayan a declarar al cuartel porque alguien había imputado a su esposa.
El esposo informa que su mujer ha sido puesta en libertad.