Por supuesto, puedes acudir a páginas web para hacerte con las mejores mochilas del momento, como puedes ver en el portal de mundomochilas.es, pero de nada sirve comprar lo mejor si no sabes qué es realmente lo mejor para ti. Una mochila puede tener las mejores calidades en cuanto a tejidos, forma y capacidad para almacenar, pero la ergonomía es sumamente importante.
¿Por qué? Porque esta es la que dicta cómo se amolda a tu espalda y a tu cuerpo en general, o lo que es lo mismo, cómo es la carga que vas a tener que soportar a tus espaldas y cómo esta se va a distribuir. Es algo realmente importante, porque una mala ergonomía se puede traducir en problemas de espalda, de cuello o incluso de lumbares.
Es uno de los tantos motivos por los que los padres se preocupan tanto por la cantidad de libros que sus hijos llevan cuando van al colegio, como también algo que muchos especialistas han abordado para dejar claras las pautas más adecuadas. Por supuesto que es buena idea comprar una mochila resistente y de calidad, pero hay que dedicar tiempo a ver cómo es en cuanto a ergonomía para evitar problemas.
¿Tanto afecta la ergonomía de la mochila al cuerpo?
Imagina una mochila poco ergonómica con una gran carga en su interior. Para poder llevarlo todo, nuestro instinto nos dicta que nos inclinemos hacia adelante para evitar que el peso tire hacia atrás del cuerpo. Al hacer eso, ya estamos sometiendo la espalda a una carga mayor de la que debería, pero, al mismo tiempo, estamos forzando el cuello y aumentando la curvatura lumbar.
El cóctel perfecto de rasgos que acaban provocando graves molestias en espalda, lumbares y cuello. Algo que, para empezar, ya nos dicta que el exceso de carga nunca es bueno, sea en una mochila de mala calidad o en una totalmente ergonómica. El peso a llevar debe distribuirse bien para que la postura sea siempre la adecuada, con la espalda erguida.
Llevando la espalda así es la única forma de garantizar que todo el tronco superior está en el mejor estado posible y libre de peligros por daños. Sí, la ergonomía afecta muchísimo, pero la carga también tiene una influencia importante.
¿Cómo es una buena mochila ergonómica?
Una mochila verdaderamente ergonómica debe tener, para empezar, la posibilidad de regular las hombreras para adecuarlas a la altura que mejor venga para tu espalda. De hecho, también ha de contar con un regulador para el apoyo dorsal y el lumbar. Tiene que ofrecer las facilidades suficientes como para poder ajustar al máximo la altura y dar con la posición perfecta.
Además de eso, debe tener un respaldo acolchado para no dañar la espalda en el caso de llevar objetos con formas variables y que puedan sobresalir. Se han dado muchos casos de personas que han llegado a arañarse la espalda por no contar con estos respaldos y/o refuerzos que los protegieran.
Asimismo, también es aconsejable que incorpore un cinturón frontal, o más de uno. Este es lo que permite que parte de la carga se transmita sobre las caderas, lo que otorga algo más de libertad tanto a los hombros como a la espalda. Se reparte el peso en diferentes puntos del cuerpo, que además se encuentran enfrentados, consiguiendo una distribución mucho más saludable y una mejor postura.
Diferente para hombres y para mujeres
Si eres una mujer que va en busca de una buena mochila, o un hombre, debes saber que no es nada aconsejable apostar por modelos unisex. Los diseños realmente ergonómicos cuentan con diferencias notables en la distribución de sus elementos, y eso es algo que depende mucho de la complexión de la persona que va a llevar la mochila.
Se nota en el mismo instante en el que esta se coloca a la espalda, por lo que no ha de menospreciarse. Busca modelos que sean acordes a tu sexo y a tu forma, porque solo así podrás tener algo que realmente se ajuste a tu cuerpo y permita que la carga no te suponga una verdadera carga, valga la redundancia.
La ergonomía de las mochilas puede hacer que una gran cantidad de peso no te cause problema alguno y pueda transportarse sin inconvenientes, como también puede hacer que los dolores de espalda se tripliquen en cuestión de días. Necesitas algo que sea bueno, que sea resistente y que se ajuste a tu complexión casi como si fuera un guante y estuviera hecho a tu medida.
