Pero como esto viene de antiguo, dediquémonos a algo más cercano, a algo que, según la comunidad científica, en ello nos puede ir la vida: La contaminación y la destrucción del medio ambiente.
Que la zona de la Bahía de Algeciras, incluyendo a su puerto como generador de riqueza, es la segunda zona de España, es algo que nadie pone en duda. Pero tampoco se pone en dudaque es una de las zonas más contaminadas de nuestro país, si no la que más. Pero no es sólo eso, es que ese costo en salud podría discutirse si el paro fuera el de los más bajos. Muy al contrario, la comarca del Campo de Gibraltar soporta un paro de entre el 24 y el 26%; de los más altos de España.
Además, en cuanto a salud, estudios epidemiológicos muestran una incidencia de casos de cáncer, superior en un 28%, a la media nacional, con tasas de mortalidad superiores, también, a la media de Andalucía y España.
Las medidas sobre la calidad ambiental realizadas por el anterior Gobierno de la Junta daban concentraciones muy superiores a lo recomendad en azufre, dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión, sin olvidar los riesgos de contaminación por radioactividad y las provenientes de los accidentes marinos.
En cuanto al estado de sus playas, la de Getares, por ejemplo, está en un estado alarmante por la pérdida continuada de arena debido al dragado realizado hace 25 años por el puerto, con una extracción de arena 1.5 millones de m3. Aunque la pérdida ha sido progresiva, ahora está dando sus últimos estertores.
Y así podríamos seguir con el Paraje Natural de río Palmones, en riego de desaparición por la erosión producida por actividad del puerto.
Por lo tanto, y resumiendo, se puede decir y comprobar que el 90% de los suelos marinos de la Bahía están prácticamente muertos, que el aire que respiramos, junto al ruido que soportamos, con incidencias en la saludad antes referida, son manifiestamente mejorables, por no decir y señalar de mala manera a los responsables; unos por acción y otros por omisión.
Pero eso no es lo peor, no contentos los de la Autoridad Portuaria de la Bahía y su ejército de ingenieros, economistas, abogados y otros bachilleres (que por cierto el desayuno durante la jornada laboral son de 40 minutos, vaya tela) se sacan, yo creo que debe ser porque tienen poco que hacer, un Plan Director de Infraestructruras del Puerto de la Bahía que, de llevarse a cabo, daría la puntilla a ese 10% de zona, aun con vida, y próxima al Parque Natural del Estrecho, con influencias muy negativas para este.
Pero resulta que, aquí, en este famoso y voluminoso plan, se esconden mentiras, engaños o, lo que puede ser peor, la ineptitud o la indolencia, ya que parece que las cosas se hacen a vuelapluma por aquellos que bien debieran hacerlo. No digo que se así, pero lo parece.
Y se puede decir esto porque ese plan director, con los rellenos destructores previstos, no servirían de nada, absolutamente para nada, si ante no se destruye unos arrecifes, con especies autóctonas, que existen en la zona marina, llamada el Mar de Isidro. Y aquí estamos hablando de palabras muy mayores, y de tal despropósito, que no aparece en absoluto entre las acciones a llevar a cabo, dentro del Plan Director de Infraestructuras.
Qué ha hecho la Autoridad Portuaria, pues que presenta esa obra maligna para el medio ambienten. como una cosa necesaria y no ligada al Plan de Infraestructura, sino a la seguridad marítima. Mentira, puro engaño, porque actualmente se desarrolla el tráfico marítimo sin que el Mar de Isidro suponga ningún peligro para ese tráfico, porque por allí no pasan buques de gran calado.
Con el cuento a otra parte. Ya está bien, ya estamos cansados. Lean o escuchen para que conozcan lo que la mano del hombre está haciendo en su propio hábitat, y quizás entonces fueras más sensibles en sus propuestas.