Técnicos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía han remitido al laboratorio del que disponen en Palmones, para su posterior análisis, un total de siete muestras que han tomado de zonas diferentes afectadas por el vertido que se registró este sábado por la mañana tras una tormenta en torno al Arroyo de los Gallegos, en el Campo de Gibraltar, del que este domingo no han apreciado manchas en el mar.
Según han confirmado fuentes de la Delegación Provincial de la Consejería de Medio Ambiente en Cádiz, que este sábado precisaron que, como consecuencia de dicho vertido se había generado una mancha de dos kilómetros en el Arroyo Los Gallegos, dichos análisis determinarán qué sustancias son las que se han vertido.De la misma manera, los agentes de Medio Ambiente, que han levantado acta para determinar la procedencia de los vertidos, así como “las responsabilidades pertinentes, en el caso de que las hubiera”, han concretado que “están siguiendo de cerca” unas irisaciones que han observado en dicho arroyo para “examinar su evolución”.Concretamente, tras las inspecciones realizadas este domingo por la mañana, los técnicos de Medio Ambiente han observado, desde la playa de La Concha, hacia el hostal Bahía –una longitud aproximada de un kilómetro– ‘microbolas’ “aparentemente de fuel muy dispersas y entremezcladas con carbonilla”.Asimismo, han apreciado en la zona central de esa playa, que consideran que es “la más afectada”, ‘bolas’ y ‘microbolas’ de unos dos centímetros de diámetro en una superficie aproximada de 500 metros con un ancho variable entre 0,5 y un metro, mientras que no han observado restos de fuel desde el Botavara hasta la desembocadura del río Palmones.Por último, la Consejería de Medio Ambiente, a través de un comunicado remitido, ha querido “agradecer la labor y colaboración de ecologistas”, si bien ha mostrado su “total disconformidad” con las críticas que, desde Verdemar-Ecologistas en Acción, se vertieron este sábado a la actuación de la Junta, a la que acusaron de no haber desarrollado “un plan de contingencia que hubiera logrado minimizar el vertido”.A este respecto, la Consejería de Medio Ambiente ha remarcado que “no existe una zona más vigilada ambientalmente que el Campo de Gibraltar, donde existe una Unidad de Vigilancia Ambiental (UVAN) específica para la zona”, que es la que, “desde este sábado por la mañana controla las zonas afectadas, revisando cada aliviadero y salida de pluviales”.De esta forma, según la Junta, desde ese momento “los equipos de la UVAN trabajan a turnos durante todo el día inspeccionando las zonas, tomando muestras y realizando informes que, junto a los de los agentes de Medio Ambiente, servirán para tomar las medidas oportunas”.