Pasadas las cuatro de la madrugada, las luces de la discoteca Kube se encendieron repentinamente y los asistentes que a esas horas se encontraban disfrutando de la fiesta observaron sorprendidos como un grupo de unos 20 policías nacionales uniformados irrumpían en el local.
Según los testigos, los agentes comenzaron a realizar cacheos a los asistentes y a solicitar documentación a los responsables de la discoteca relativa a licencia y aforo permitido.
Hasta ahora no ha trascendido el motivo de esta operación ni si se han producido detenciones. Eso sí, una vez los agentes abandonaron la discoteca, ésta se vio obligada al cierre porque los asistentes ya se habían marchado.
