El XXIX Congreso de Periodistas del Estrecho, que en esta ocasión gira en torno a “Las fuentes de Información”, fue inaugurado este jueves, 20 de octubre, en la ciudad de Ronda, en el transcurso de un acto en el que participaron el cónsul General del Reino de Marruecos en Algeciras, Sellam Berrada, el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Ronda Jesús Vázquez, y los presidentes de las dos asociaciones organizadoras, Mustapha Labbassi, de la Asociación de Periodistas del Norte de Marruecos, y Estanislao Ramírez, de la Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar (APCG), así como el presidente de la Asociación de la Prensa de Málaga, Andrés García Maldonado.
El Congreso, que reúne a más de medio centenar de periodistas de ambas orillas del Estrecho, tuvo como primeros ponentes de la delegación española, en la mañana del viernes 21, al director de Andalucía Directo, de Canal Sur TV, Modesto Barragán, y a la jefa de prensa de la refinería Gibraltar-San Roque del grupo Cepsa, Amalia Puigdengolas. Por parte de la delegación marroquí, intervinieron en esta primera jornada de debates y mesas redondas Jalal Goundali, miembro del consejo editorial del periódico Al Ittihad al Ichtiraki, de Casablanca, y Amine Mechbal, jefe del gabinete de prensa de la Wilaya de Tetuán.
Modesto Barragán, que se mostró crítico con la situación actual de los medios de comunicación en España, lamentó las cortapisas que todavía hoy, después de más de 30 años de democracia, se siguen intentando poner, desde algunos sectores, a la libertad de información, así como la falta de ética profesional en algunos medios y en determinados programas, lo que ha desembocado en el actual descrédito que sufre el periodismo.
El que también fuera, durante nueve años, director de la RTVA en la provincia de Cádiz, reclamó durante su intervención la necesidad de un Consejo Audiovisual Estatal que ponga límites a algunos formatos televisivos, y que permita una opinión pública mejor formada, menos manipulada y, por tanto, más libre y más preocupada por los asuntos que verdaderamente son de interés general. En relación al movimiento de los indignados, Barragán se preguntó “qué hemos hecho los periodistas para llegar a estar en la calle tan poco valorados como los políticos”, a pesar del esfuerzo de muchos profesionales y de la situación de crisis laboral que atraviesa el sector, y que achacó no sólo a la situación económica general, sino también a la “burbuja” mediática de la etapa anterior. “Ojalá que la crisis actual sirva, al final, para un renacimiento de la prensa libre”, concluyó.
Por su parte, Amalia Puigdengolas detalló durante su intervención algunas de las dificultades a las que se enfrenta una empresa como Cepsa a la hora de apostar por una comunicación externa basada en un gabinete propio, y en el compromiso de ofrecer a los medios de comunicación, y a la ciudadanía en general, una información completa, objetiva y contrastada. Según explicó, el gabinete de prensa de la factoría campogibraltareña tiene actualmente disponibilidad permanente, las 24 horas al día los 7 días de la semana, y su objetivo es el de una total transparencia. “Hoy en día una empresa como la nuestra ya tiene claro que ante un incidente, cuando algo pasa, mejor lo contamos nosotros, que somos los que tenemos la información real de lo que ha ocurrido, porque si no lo hacemos, otros lo contarán por nosotros y no lo harán igual”.
En este sentido, la ponente dedicó parte de su intervención a explicar cómo se gestiona en una empresa como la suya una crisis de comunicación, teniendo siempre claro que, “frente a una situación de crisis, si las diferentes audiencias no reciben nuestra información puntual, decidirán buscarla en otras fuentes”. No obstante, Puigdengolas, que abogó por una mayor profesionalidad de los medios, a la hora de distinguir “qué es noticia y qué no”, reconoció que no siempre es posible dar los datos con la mayor rapidez, ya que, en caso de incidente, lo primero es la seguridad, y, además, a veces se tarda en contrastar la información. “En cualquier caso, siempre es preferible informar bien, aunque tardemos un poco más en salir a los medios, que dar antes de tiempo datos que luego puedan no ser los correctos”, concluyó.
Por su parte, los dos ponentes marroquíes que participaron en las mesas redondas del viernes, Jalal Goundali y Amine Mechbal, coincidieron en destacar las numerosas dificultades a las que, todavía hoy, se enfrentan los periodistas en Marruecos a la hora de realizar su trabajo, sobre todo en lo que respecta al acceso a la información. Goundali se mostró bastante crítico con el hecho de que en su país, y pese a los avances de los últimos años, los periodistas, que aún deben luchar contra el soborno y la corrupción, sigan teniendo tantos problemas para que se respete la confidencialidad de las fuentes y para conseguir información veraz, especialmente cuando ésta procede de determinadas instituciones.
No obstante, ambos ponentes se mostraron esperanzados con las posibilidades que se han abierto en Marruecos tras la reciente aprobación de su nueva Constitución, que ha sido aprobada por una amplia mayoría y que, según explicaron, “obligará” a las instituciones y a los poderes públicos a garantizar el acceso a la información. Tal y como destacó Goundali, “hemos luchado mucho en los últimos años contra la censura y por la dignidad del periodismo, y ahora estamos optimistas ante esta nueva etapa que abre la reforma constitucional”, aunque matizando que “el cambio no será fácil”, y que “las noticias no deberían convertirse en armas arrojadizas”.
El XXIX Congreso de Periodistas del Estrecho, que por parte española cuenta con la colaboración de patrocinadores como Casa Árabe, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Ronda, la Diputación de Cádiz, CEPSA, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA), Endesa, Red Eléctrica de España, Acerinox, Vopak y Hospiten, entre otros, llegará a su fin en la mañana del domingo, 23 de octubre, con la puesta en común y lectura interna de las conclusiones elaboradas, y el posterior regreso de los congresistas a sus ciudades de origen.