En una nota, la Policía ha detallado que los detenidos actuaban de forma coordinada, realizando la mujer labores de vigilancia y después de comprobar que en las tiendas sólo estaba la dependienta, entraba el hombre con el rostro cubierto y esgrimiendo un arma blanca con la que intimidaba a sus víctimas para apoderarse de la recaudación de la caja registradora.
En el primero de los hechos investigados, una mujer entró en una tienda para solicitar a la única dependienta de la misma si tenían tabaco para vender y, tras comprobar que en dicho lugar no vendían tal producto y que no había ningún otro cliente en el establecimiento, salió precipitadamente del lugar, para entrar de forma inmediata un hombre que ocultaba su rostro con una media y portaba un cuchillo de grandes dimensiones.
El atracador, tras intimidar a la dependienta, se apoderó del dinero que había en la caja registradora y emprendió la huida a bordo de un vehículo en el que le esperaba su pareja delictiva.
Asimismo, los investigadores tuvieron conocimiento de un segundo hecho de similares características en cuanto a su “modus operandi” y autoría del mismo, acaecido días antes, en una tienda de alimentación ubicada en la misma barriada.
En este caso, un individuo de idéntica descripción física que el anterior irrumpió en la tienda, ocultando su rostro con una media y esgrimiendo también un cuchillo de grandes dimensiones mientras intimidaba a la única dependienta del establecimiento con el fin de sustraer el dinero que había en ese momento en la caja registradora. La única diferencia es que en esta ocasión actuó solo.
Fruto de las gestiones realizadas, los agentes localizaron a los presuntos autores minutos después de cometer el último robo. Los indicativos policiales localizaron un vehículo ocupado por un hombre y una mujer, cuyas características físicas y vestimenta coincidían plenamente con las aportadas por las víctimas de los dos robos con intimidación producidos.
Tras ser interceptados y detenidos, en el interior del vehículo se halló el arma utilizada para intimidar, la media con la que el individuo ocultaba su rostro y unos cien euros fraccionados en distintos billetes y monedas, cantidad esta que coincidía con lo sustraído momentos antes.
Una vez finalizado el atestado policial, los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia en Algeciras, cuyo titular a tenor de las pruebas incriminatorias recabadas decretó prisión provisional para ambos detenidos.