Las tres detenidas, de nacionalidad española, pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 5 de Algeciras, cuyo titular decretó el ingreso en prisión sin fianza de la considerada como cabecilla de la organización.
En un comunicado, la Policía explica que las detenidas concebían el control de la explotación sexual de las víctimas como la gestión de una empresa de negocios.
De hecho, los investigadores observaron anuncios en los que ofrecían a los clientes una auténtica lista de precios por los distintos servicios sexuales que cada chica podía realizar, estableciendo un reparto casi equitativo de los beneficios.
Además, lanzaban ofertas como si de comidas de empresa o cenas de Navidad se tratase.
La investigación se inició al tener constancia de actividades relacionadas con el ejercicio de la prostitución en una vivienda ubicada en el centro de Algeciras, que formaba parte de una red de casas de citas establecida en varias localidades de la provincia de Cádiz.
La organización desarticulada se caracterizaba principalmente por la itinerancia de las chicas a las que explotaban, a las que cambiaban de domicilio tras cortos periodos de tiempo.
Los agentes lograron identificar a las presuntas responsables, tres mujeres que imponían férreas normas a las víctimas como el cumplimiento estricto de una jornada laboral de doce horas de lunes a domingo para, después de ese horario, quedar encerradas en los domicilios durante toda la noche.
La totalidad de los servicios sexuales realizados en las casas de citas eran vigilados tanto por las personas que controlaban “in situ” las viviendas como mediante cámaras de seguridad instaladas en las mismas.
La operación culminó con el registro de los domicilios ubicados en las localidades gaditanas de Algeciras y Jerez de la Frontera, donde fueron liberadas siete presuntas víctimas de explotación sexual.
Durante los registros los agentes intervinieron dinero en efectivo, varios datáfonos para el pago con tarjetas bancarias, numerosa documentación y libretas de contabilidad relativa a la explotación sexual.
También se han hallado efectos esotéricos junto con fotografías de las chicas explotadas, que tienen relación con prácticas de magia negra, con las que la organización conseguía mantener a estas mujeres en una situación de sometimiento e intimidación.