Según ha informado la Policía Nacional en un comunicado, la investigación se inició tras detectar un incremento en las ventas de estupefacientes en la barriada, motivo por el que se comenzaron a realizar diferentes vigilancias con el fin de identificar a los responsables de las ventas.
Fruto de las pesquisas realizadas, se descubrió que los presuntos responsables eran los miembros del llamado clan de ‘La Rubia’, grupo ampliamente conocido por la Policía Nacional y cuyos miembros con numerosos antecedentes ya habían sido detenidos hace dos meses por delitos relacionados con el tráfico de drogas.
Los miembros del citado clan contaban con una gran cantidad de medidas de seguridad, con una presencia continua de “aguadores” que les alertaban cada vez que la policía se aproximaba a los domicilios investigados.
Asimismo, tenían instaladas dobles puertas de seguridad en el acceso a las viviendas, a través de las cuales, aprovechando pequeñas ventanas habilitadas para ello, llevaban a cabo las ventas de los estupefacientes en unas ocasiones, mientras que en otras, lo hacían en la misma entrada de éstas, y nunca permitiendo la entrada a las viviendas a ningún comprador.
Finalmente, tras obtener los mandamientos judiciales se realizaron tres entradas y registros simultáneos en los domicilios investigados donde fueron detenidos los cinco miembros del clan.
En los registros, los agentes han intervenido 500 gramos de hachís dispuesto y embalado para su posterior distribución, 1.155 euros en moneda fraccionada, tres teléfonos móviles, más uno encriptado y cuyo valor en el mercado puede llegar a los 1.600 euros, una balanza de precisión y diferentes útiles para la preparación de la droga.
Una vez finalizado el atestado policial, los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia cuyo titular decretó el ingreso para uno de ellos y libertad con cargos para el resto de los investigados.