En una resolución sobre la postura de la Eurocámara de cara a esas negociaciones, aprobada por 543 votos a favor, 39 en contra y 69 abstenciones, los eurodiputados se muestran partidarios de esta posibilidad de veto para España, que ya se había fijado durante la negociación del acuerdo de retirada que fijaba los términos del divorcio del Reino Unido y la UE.
El Parlamento “apoya las directrices negociadoras que señalan que Gibraltar no estará incluido en el alcance territorial de los acuerdos que se concluyan entre la UE y el Reino Unido, y que cualquier acuerdo por separado requerirá el acuerdo previo del Reino de España”.
Se trata del mismo principio que recoge el mandato negociador propuesto por Bruselas al que los Estados miembros deben dar su visto bueno el próximo 25 de febrero, y también el pacto de retirada acordado entre Londres y Bruselas.
“Sin perjuicio de las competencias de la Unión y en total respeto con la integridad territorial de sus Estados miembros (…), los acuerdos separados requerirán un acuerdo previo de España”, afirmaba la declaración.
Como Gibraltar quedará excluido del alcance del pacto que negociarán Londres y Bruselas durante este año, el Reino Unido y la UE tendrían una futura mesa de negociación “separada y paralela” para tratar la relación con este territorio, en la que España deberá estar “involucrada” y “dar su acuerdo a todos los elementos en un acuerdo específico sobre Gibraltar”.
La Comisión Europea aún no ha publicado su propuesta de mandato para esta negociación, pero fuentes comunitarias confían en que pueda plantearse en los próximos meses y cerrarse antes del 1 de enero de 2021 para evitar una situación de divorcio duro en una frontera clave para la parte española de la región y el propio Peñón.