En cuanto a la reclamación de la retirada de los locales de ocio de las zonas residenciales, Kube aclara que la discoteca se encuentra instalada en zona comercial y no residencial, según se recoge en el Plan General de Ordenación Urbanística.
En cuanto al espacio que ocupan en el exterior del local, aclaran que hace diez años que se instaló mediante una valla destinada al control y ordenamiento de entrada y salida de clientes y que se instaló por recomendación de la Policía Local para evitar mayores ruidos por la dispersión de los clientes por toda la plaza.
La dirección de la sala Kube ha invitado a los vecinos a que comprueben directamente que en este espacio “está absolutamente prohibido consumir bebidas ni cantar, ya que nuestros porteros, diez en total, así lo controlan y es una parte de sus funciones”.
Además, apuntan a que dicha valla tiene también otra función, como es la protección de los trabajadores y los clientes que se encuentran detrás de ella, ya que es la única defensa que tienen. “!No entendemos el empeño que tienen ustedes en retirar una simple valla que no molesta a nadie y que sirve para proteger a nuestros trabajadores y al público asistente a la sala”, afirman.
Sobre el ruido nocturno en la plaza, reconocen que “es cierto que en determinadas ocasiones en esa plaza, que no dentro del citado vallado, hay conflictos que molestan a los vecinos y que no son deseables porque además también nos afectan y perjudican, pero que como ustedes comprenderán, somos totalmente ajenos a ellos y además ni podemos ni tenemos autoridad para intervenir”, concluyendo que “la simple presencia policial acabaría con el problema”.
La Kube se ha dirigido a los vecinos conluyendo que “todos tienen derecho al descanso”, al tiempo que “nosotros, empresa y empleados, tenemos derecho al trabajo y el público tiene derecho a divertirse”, por lo que entienden que “la soución están en otra parte” y piden “por favor, que no intenten matar al perro para acabar con la rabia”.