La investigación comenzó a principios de año tras conocer la existencia de una organización delictiva asentada en Málaga y dirigida por un individuo desde la localidad de Marbella que podría estar introduciendo hachís en nuestro país, ha informado este jueves la Guardia Civil en un comunicado.
Según las pesquisas, el líder de este entramado contaba con numerosas personas jóvenes que materializaban los alijos en las playas para trasladar la droga después hasta las “guarderías” ubicadas en distintas localidades de la provincia
La sustancia era entregada posteriormente a su comprador, quien la transportaba por vía terrestre hasta países europeos.
La organización habría decidido realizar los alijos en las costas malagueñas y granadinas para huir de la presión policial en la zona del Campo de Gibraltar y captaban a jóvenes de la zona para las labores de desembarco de la droga.
En mayo, los agentes localizaron una embarcación sospechosa en las proximidades de la costa de Nerja (Málaga) y se llevó a cabo una intervención en la que los agentes detuvieron a nueve personas que se encontraban alijando hachís en la playa del Cañuelo de la localidad.
Además, se intervinieron dos furgonetas, una de ellas cargada con 38 fardos de esta sustancia y otra con 1.000 litros de gasolina distribuidos en varias garrafas y que serían utilizados para repostar la narcolancha.
La Guardia Civil determinó la conexión que existía entre este alijo de droga y la organización investigada por lo que se llevó a cabo una segunda fase de la investigación en la que se realizaron tres registros domiciliarios y se detuvo a otras nueve personas, entre ellas el máximo responsable de la organización.
En el trascurso de la operación se han aprehendido 1.254 kilogramos de hachís, dinero en metálico y cuatro vehículos, y los detenidos -que han sido puestos a disposición judicial- están acusados de los delitos de pertenencia a organización criminal y contra la salud pública por tráfico de drogas.
