Las sustancias se llegaron a localizar en lugares inverosímiles como es el dobladillo de un pantalón, interior de un bolígrafo o de una lata de coca cola, o dentro de un bollo de pan, aunque lo más usual es que el interno lo porte en el interior de su cuerpo, en el argot carcelario “empetado”.
Los tóxicos son introducidos al interior de la prisión por los puntos más accesibles como son el Departamento de Ingresos en el 55% de los casos cuando el interno regresa del disfrute de un permiso de salida, o también con motivo del disfrute de una comunicación especial con amigos, familiares o allegados en el 38% de los casos y también por el departamento de comunicaciones exteriores en el 8% restante con motivo de entrega de paquetes de ropa para el interno.
El precio de la droga se revaloriza entre la población reclusa pagándose cantidades muy por encima del valor real, la heroina multiplica su valor por diez, la cocaina por cuatro o el hachis por cinco, en Abril de éste mismo año se le requisó a un interno a la vuelta de un permiso de salida 1 bellota de heroina, otra de cocaina y 39 de hachis, siendo su valor en la calle de unos 1500 euros y alcanzando entre los reclusos un precio de unos 6000 euros.
Son consumidas con fines diferentes, unos lo hacen como potenciadores sexuales antes de celebrar una comunicación íntima, otros lo hacen para enmascarar el consumo de otro tipo de drogas eludiendo el resultado de la analítica de orina, otros para quedar fuera de la realidad ganándole ese día a su condena, tal y como ellos mismos dicen.
En el año 2018 el sindicato Acaip, denunció los 6 fallecimientos por sobredosis que se produjeron en Botafuegos, según las estadísticas la cárcel Algecireña ostenta la segunda cifra más alta de toda España, sólo por detrás de la prisión de Sevilla I, eso sin contar con otras tantas muertes son debidas a ajustes de cuentas con drogas de por medio y que no computan, como la que sufrimos años atrás cuando un interno propinó más de 50 puñaladas a su compañero de celda y tampoco contamos los presos resucitados in extremis gracias a las intervenciones profesionales y rápidas de Trabajadores de vigilancia y servicios médicos de la prisión.
Con objeto de paliar hechos tan graves, la Dirección de Botafuegos repartió por todos los módulos panfletos informativos con objeto de informar a los internos los numerosos fallecimientos por sobredosis que se estaban dando por consumo de metadona mezclada con otros tóxicos como heroina o cocaina.
Desde Acaip, seguimos denunciando factores que no favorecen en nada a la hora de erradicar las drogas en las cárceles, como es la falta de Recursos Humanos en las prisiones, donde faltan más de 3400 trabajadores penitenciarios, en concreto Algeciras está por debajo de su RPT en más de 60 trabajadores; como también denunciamos la masificación de Botafuegos con 400 presos por encima de su capacidad máxima que es de 1000 plazas.
Siendo conocedores de tan graves circunstancias que se están sucediendo en todos los Centros Penitenciarios del territorio nacional, esperamos que de una vez por todas, tanto Ministro del Interior como Secretario General de Instituciones penitenciarias, no hagan oidos sordos, se sienten para dialogar y resolver un tema tan grave como es la entrada, el consumo, sobredosis y fallecimientos en nuestras cárceles, mientras u hoy o mañana de nuevo se volverá a requisar droga.
