La Cruz Roja les ha hecho un chequeo sanitario en sus instalaciones del muelle de Crinavis, en San Roque, y ha determinado que los catorce hombres y la mujer trasladados desde Sicilia por la embarcación de la Armada no padecen ninguna enfermedad.
Este primer paso en el procedimiento habitual de atención a los migrantes rescatados se ha prolongado más de lo habitual por problemas en el traductor del amárico, la lengua de Etiopía, mientras que la mayoría han podido ser atendidos en inglés y francés, según las mismas fuentes.
De las quince personas que ha trasladado el Audaz, un patrullero de altura de 94 metros de eslora, cuatro proceden de Eritrea, tres de Sudán, otras tres de Gambia, dos de Ghana, una de Nigeria, una de Liberia y otra de Etiopía.
Tras el examen médico, los migrantes, de entre 18 y 30 años, han pasado al colindante Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Crinavis-San Roque, dependiente del Ministerio del Interior y donde se les informará de sus derechos, entre ellos el de poder solicitar asilo.
Una vez culminada la atención de la Cruz Roja, el Gobierno ha desmontado el dispositivo informativo en las instalaciones portuarias y no ha permitido la grabación de más imágenes.
En el centro de extranjeros de San Roque, los migrantes pueden estar asistidos, si así lo desean, por personal de ACNUR -la agencia de la ONU para los refugiados-, y se prevé que el proceso dure entre una y dos horas.
Luego serán trasladados al Centro de Estancia Temporal El Campano, en Chiclana de la Frontera (Cádiz), dependiente del Ministerio de Trabajo y distante un centenar de kilómetros del lugar en el que han desembarcado.