La Agencia Tributaria y la Guardia Civil, en el marco de una operación conjunta denominada Brocade-Fraternity, han desarticulado una organización criminal internacional dedicada al tráfico de grandes cantidades de cocaína entre Sudamérica y Europa. Dicha organización estaba integrada por 26 personas y se le atribuyen más de 1.250 kilogramos de cocaína procedente de Ecuador en sendas aprehensiones en los puertos de Amberes y Algeciras.
La investigación se inició el pasado mes de marzo, después de que componentes de la Agencia Tributaria y la Guardia Civil inspeccionaran en el puerto de Algeciras una partida de cinco contenedores procedentes de Ecuador. Dichos contenedores transportaban madera tropical en su interior, incautándose en uno de ellos de un total de 797,7 kilogramos de cocaína. La droga se encontraba oculta en el interior de los troncos de madera transportados.
A raíz de esta intervención, se comenzó una investigación dirigida por el Juzgado de Instrucción número 3 de Algeciras y la Fiscalía Especial Antidroga para el Campo de Gibraltar, en torno a las personas partícipes en la adquisición y exportación de esta partida de contenedores.
COORDINACIÓN ESPAÑA-BÉLGICA
Tras una primera reunión bilateral de coordinación celebrada en Málaga entre las unidades investigadoras de Guardia Civil y Policía Federal Belga, se llegó a la conclusión de que detrás de esta operación de narcotráfico se encontraba una organización criminal afincada en Bélgica y con ramificaciones en España, Francia, Holanda, Colombia y Ecuador.
Por todo ello, se decidió celebrar una segunda reunión bilateral de coordinación en La Haya, en el marco de Eurojust, entre las autoridades judiciales belgas y españolas, a la que asistieron también las unidades policiales encargadas de las investigaciones.
Fruto de dicha reunión de coordinación fue el acuerdo para llevar a cabo una acción policial coordinada entre ambos países, encaminada a conseguir la completa desarticulación de la referida organización transnacional dedicada al tráfico de grandes cantidades de cocaína.
Un mes antes de la aprehensión en el puerto de Algeciras tuvo lugar otra, de 470 kilogramos de cocaína, en el puerto de Amberes cuyas empresas importadora y exportadora y el modus operandi llevado a cabo para ocultar la sustancia estupefaciente eran coincidentes.
Así, según han informado desde la Agencia Tributaria y la Guardia Civil en un comunicado, el líder de la citada organización criminal y varios de sus lugartenientes, todos ellos residentes habituales en Bélgica, se desplazaron hasta la localidad malagueña de Fuengirola, donde se alojaron durante más de dos meses para monitorizar la extracción de los contenedores.
Al carecer la organización criminal desmantelada de suficiente capacidad logística en España, mostraba un alto grado de desconfianza hacia su ramificación en el país y llevaba a cabo constantes medidas de contravigilancia y autoprotección, circunstancias estas que demoraron la extracción de los contenedores.
ACTUACIONES EN DOS FASES
El pasado día 15 de junio y sucesivos se llevó a cabo el traslado de la madera contaminada a una nave situada en el polígono industrial de Sabinillas, en Manilva (Málaga), donde se encontraban varios miembros de la organización encargados de recibir y extraer la cocaína que albergaba en su interior.
En ese momento se detuvieron a cuatro personas de origen subsahariano que se encontraban en el interior de la nave encargadas de descargar la mercancía objeto de vigilancia, y a otras dos personas de origen magrebí (una residente en España y otra en Bélgica), quienes monitorizaban la maniobra desde un lugar próximo a la nave.
Además, se detuvo al líder de la organización en cumplimiento de una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE), en la localidad malagueña de Fuengirola.
Tras la explotación de esta primera parte de la operación llevada a cabo en territorio español, se inició la segunda parte de la misma en territorio belga, con la detención de 16 personas y la realización de 12 registros domiciliarios vinculados a la organización criminal.
Asimismo, se intervinieron siete vehículos de alta gama, artículos de joyería con un valor aproximado de 200.000 euros, numerosos terminales móviles y documentación de interés para la investigación policial.