El Peñón fue motivo de fricción diplomática en una anterior visita del hijo de Isabel II. Ocurrió tras su boda con Diana de Gales, durante el viaje de novios.
Aquella parada en Gibraltar hizo que el rey Juan Carlos se negara a asistir al enlace, por considerarlo una ofensa hacia España.
En la recepción de ayer, a la que acudieron 126 invitados de ambos países, Felipe animó a “explorar nuevos ámbitos de colaboración en estos tiempos de crisis” entre España y Reino Unido, en el cambio climático, el desarrollo sostenible o la protección del medio marino.
El príncipe destacó el “sólido y antiguo sustrato” de las relaciones bilaterales, cuando España instaló en 1485 la que sería la primera embajada del mundo en Londres.
Carlos, mientras, elogió la contribución de las empresas españolas a la creación de empleo en Reino Unido y subrayó que los dos estados se han guardado respeto incluso cuando han discrepado.