IAM/Redacción ¿Negar la evidencia ¿es una opción? En un comunicado Cepsa trata de lavarse las manos al atribuir el incidente de hoy a un fallo externo en el suministro eléctrico de la refinería de Cepsa en San Roque (Cádiz) y que ha provocado una parada no programada en las instalaciones.
Según ha explicado Cepsa en una nota, la interrupción del suministro ha generado “una descarga puntual de gases a las antorchas, ocasionando llamaradas altas”, que han provocado una humareda negra visible desde todo el arco de la Bahía de Algeciras.Desde la refinería se ha avisado al servicio de Emergencias 112, al Comité de Vecinos y a la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y se ha activado el Plan de Emergencia Interna de nivel 1.El 112 ha activado al Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz, a la Guardia Civil y a la Policía Nacional, si bien la incidencia se ha resuelto con medios propios de la refinería y no ha sido necesaria la intervención de ninguno de estos cuerpos.Desde la compañía han puntualizado que el suceso ha tenido “nulas consecuencias para las personas y para el entorno” y han apuntado que estas “descargas puntuales de gases” se deben al “buen funcionamiento de los sistemas de seguridad de la planta”.
Según Cepsa, dichas descargas son “compatibles con los estrictos controles de seguridad y de medioambiente”, y que, “en ningún caso suponen un riesgo para la población ni para los empleados”.Las siete antorchas distribuidas por las instalaciones de Cepsa en San Roque son “un elemento de seguridad imprescindible para liberar presión de los equipos de las unidades de proceso”.Estos sistemas de seguridad están específicamente diseñados para quemar el gas resultante de una parada imprevista, puestas en marcha o cortes de tensión eléctrica, evitando así su emisión al medio ambiente y regularizando las unidades.”Todo el proceso está controlado de forma segura y ambientalmente efectiva para reducir las eventuales emisiones. Este dispositivo forma parte del funcionamiento normal de las instalaciones industriales”, han asegurado.
La pregunta incómoda está servida, ¿nulas consecuencias? ¿aquí no se ruboriza nadie? ¿Usted que opinna?