Jamás una Medalla de Oro de las Bellas Artes en el apartado del toreo levantó una polémica similar ni fue tan contestada. Las explicaciones de Cultura a pocos han convencido: «Tras cosechar éxitos en las distintas plazas, a partir de 2000 (Francisco Rivera) acortó su número de actuaciones dando prioridad a afinar su técnica, que resulta ahora más estética, reposada y profunda. Así lo demuestra en sus últimas faenas reseñables entre las que están las Ferias de Madrid de 2001 y 2002 (cortó una oreja en cada tarde)». La mecha se encendió en la prensa y explotó con las declaraciones de Morante de la Puebla, que tachaba de «auténtica vergüenza» la concesión de la Medalla a Rivera Ordóñez. La distinción de Rivera Ordóñez ha venido a poner un punto y aparte en la Medalla de la Bellas Artes al toreo que nació con Antonio Ordóñez (1996) y siguió con Curro Romero y El Viti, Pepe Luis Vázquez y Miguel Báez Spuny «El Litri», Álvaro Domecq, Antoñete, Rafael de Paula, Manolo Vázquez, Ángel Luís Bienvenida y Espartaco, Paco Camino, Manzanares padre, Ponce y José Tomás.