Debido a circunstancias que se remontan a muchos años atrás, en la relación de puestos de trabajo (RPT), no está contemplada la asignación de una persona con la categoría de cocinero para este comedor, lo que supone una anomalía administrativa que ha tenido que compensarse con el buen hacer de los profesionales destinados a este comedor y su implicación personal, lo que ha motivado que durante años se haya podido atender el servicio de manera satisfactoria.
Las especiales características de este comedor, con un gran número de alumnos/as pertenecientes a los primeros cursos de Primaria e Infantil (hecho que exige transporte acompañado de los niños, así como una especial atención y vigilancia), nos lleva a afirmar que la asignación de 2 personas es del todo insuficiente para la atención ordinaria del servicio.
Es por ello que, tanto desde la dirección del centro en reiteradas ocasiones, como desde esta asociación, se viene reclamando la asignación de una persona más para la atención del servicio de comedor escolar y que ésta tenga la formación y titulación de cocinero.
Esta situación ya de por sí precaria, se ve agravada por el hecho de que la dependencia del servicio de un personal tan escaso, hace que sea del todo imposible prestar el servicio de comedor en el momento en que se presenten contingencias tan comunes e involuntarias como una baja por enfermedad o el ejercicio de derechos laborales de los empleados en materia de permisos, etc…
Es impensable que una sola persona pueda hacerse cargo en su totalidad del servicio de comedor con este número de alumnos/as. A lo largo del curso 2.014/2.015, los usuarios del comedor han tenido que sufrir hasta 3 suspensiones del servicio por estas circunstancias, siendo una de ellas de más de dos semanas de duración.
En lo que va del presente curso escolar, además de haber comenzado a funcionar el comedor el día 7 de octubre, cuando éste debería haberse puesto en funcionamiento el 14 de septiembre, ya hemos sufrido una suspensión del servicio, en fecha 19 de octubre, y a la que hay que sumar otras en las que, sin llegar a suspenderse por encontrarse ya los niños en las aulas, se haya tenido que recurrir desde el equipo directivo del centro a buscar soluciones “de urgencia”, con el único objetivo de que los niños/as no se vean perjudicados por una situación de la que no son responsables, y para cumplir con los objetivos de conciliación de la vida familiar y laboral de los padres que usan este servicio.
Es también reconocido que los comedores escolares, en la actual situación social económica, cumplen una función social, aspecto de capital importancia en nuestro centro, en el que la mayoría de alumnos están bonificados, lo que hace inferir que sus familias pasan por necesidades económicas que el servicio de comedor ayuda, sin lugar a dudas, a paliar. Cada suspensión que sufrimos, supone la conculcación de esos derechos del alumnado y sus familias.
Estas circunstancias están en conocimiento de la Delegación de Educación de Cádiz, a través de escritos presentados tanto por la Dirección de nuestro Centro Educativo como desde este AMPA, sin que hasta la fecha se haya ofrecido una solución a los problemas reseñados, y que entendemos que pasa necesariamente por la dotación de una plantilla consistente en un cocinero y dos auxiliares.
Somos conscientes de que los trámites administrativos para modificar y dotar en la RPT de la plantilla adecuada y justa para el servicio de este comedor requieren de un tiempo del que no disponemos para que no vuelvan a repetirse situaciones de suspensión, motivo por el que solicitamos que, de manera inmediata se dote de una tercera persona “de refuerzo”, en tanto se tramita la incorporación definitiva de ésta a la plantilla.
Entendemos que es la única manera de atender con solvencia el comedor y, al mismo tiempo, supone una garantía de no interrupción del servicio ante cualquier eventualidad que pueda presentarse. Esta asociación no descarta la convocatoria de movilizaciones para exigir el óptimo funcionamiento del comedor, de manera que se garantice tanto su prestación sin más suspensiones como la adecuada atención ordinaria del mismo.