IAM/Redacción El tema no es incómodo, va mucho más allá. Verdemar ha cruzado una línea roja ante la pasividad de la clase política española en general y comarcal en particular. Denuncia en redes sociales y a los propios pasajeros la cercanía a sus cruceros de paz de submarinos nucleares de guerra.
Ahí lo llevas ¿incómoda? ¿por qué diremos eso? Con fotografías y textos evidentes tal y como muestra la imagen.
En el menú los siguientes ingredientes:
1.- De entrantes, el conflicto de Gibraltar en su conjunto: Aguas territoriales, base militar, tensión continua entre Pescadores- Royal Poilice – Guardia Civil, colas en la frontera, contrabando y blanqueo de capitales. La lista es interminable. El lío es gordo.
2.- De primero, sopa de ajo en agosto. La reparación de submarinos nucleares en el campo de Gibraltar es ya una práctica habitual. Casos como “el jartible” (Tireles) dejan en evidencia que Gibraltar se ha convertido en un astillero sin instalaciones para reparaciones que conjugan con Chewrnobil. Todo macerado con una Refinería y un polo químico al champiñón.
3,. De segundo, Atún de Almadraba. El campo de Gibraltar está demasiado ocupado con su tasa de paro record, necesidad social urgente y pensar en las lentejas de mañana, que no ve la trascendencia de lo que sucede. Nuclear, arreglo y campo de Gibraltar en la misma frase. Record de cáncer en España (QUÉ RECORDS MÁS BONITOS TENEMOS EN ESTA COMARCA) admitido por las autoridades, las mismas que nos niegan el estudio epidemiológico. ¿Por qué?
4.- De postre mala uva a la Royal Navy. La armada inglesa, las pelas y la imagen exterior es plato a tomar en serio. Nunc a vimos titubear al Congreso Británico. La posible salida de Gran Bretaña de la Unión Europea convierte este “incidente” en “trascendente”. Miedo me da con Rajoy, las generales y el orgullo patrio electoral en el otro lado.
5.- Café, copa y ¿puro? Verdemar ha metido todo esto en el menú y no me parece mal. Todo lo que sea defender nuestra salud está lo primero. Salud, amor y dinero (nunca me gustó el orden tradicional) Dicho esto, el órdago está ahí y desconozco si Verdemar, Gibraltar, Londres y Madrid saben si van de farol o con “solomillo”
6.- La cuenta: Ahuyentar a turistas tiene sus riesgos para la primera industria del país y la colonia. Estigmatizar una zona con la palabra contaminación y nuclear es algo para pensarse dos veces, la cuenta es alta…pero…¿no es más alta poner en riesgo nuestro futuro? Ya advertimos que era un tema incómodo. .
Lo que nos fugamos es todo, desde este diario sólo queremos preguntarle ¿Qué opina sobre los escraches de Verdemar a los submarinos nucleares en Gibraltar?
