IAM/RF La botella es posible verla medio vacía o medio llena. Este calificativo de medio llena, cuando se analiza la tasa de actividad laboral, es decir el número de personas que trabajan, es difícil de utilizar.
Concretamente en Cádiz la población activa, que es aquella que o bien está en búsqueda de empleo o lo tiene, pasa desde el año 2007, de 548 mil personas, a las 584 mil en el presente 2015, según datos del 1 trimestre de la EPA. Es decir aumenta en estos 8 años en esta provincia en 36 mil personas. Sin embargo el número de personas ocupadas disminuye desde las 449 mil, en 2007, hasta las 338 mil de 2015.
Se reduce en algo más de 110 mil personas. Por otro lado la población inactiva, que es aquella que, en edad de trabajar, no busca empleo, como estudiantes, jubilados, sus labores….; se reduce muy poco pasando de 441 mil, en 2007, a 431 mil en 2015. Si el conjunto de la población en edad de trabajar ha experimentado un ligero incremento pasado de 970 mil, en 2007, a algo más de un millón, concretamente unas 45 mil personas más, el conjunto ofrece pocas dudas sobre la situación de deterioro que dibujan estas cifras en cuando a la tasa de actividad de la provincia. Una comparativa basta para completar este sucinto pero elocuente análisis: En estos 8 años, desde 2007 al presente 2015, la tasa de empleabilidad se ha reducido desde el 81%, de que se producía en 2007, al 57% de la actualidad.
Y esto es achacable directamente la ausencia de actividad económica, que es la que refleja el volumen de inactividad laboral en la provincia y que supera el 40% con creces. Si observamos con cierto detenimiento la situación de municipios como Barbate, Arcos, La línea de la Concepción, Algeciras… seríamos conscientes de que socialmente nos enfrentamos ante situaciones imposibles de sostener. Y que si lo hacen de momento es de “milagro”.
Un milagro que milagrosamente parece que se mantiene en una tierra especialmente castigada por el desempleo y una economía sumergida que precariza enormemente el empleo. Porque una de las causas principales de la inactividad económica, es precisamente la competencia desleal que la economía sumergida genera en los diferentes sectores productivos. Además de que tiene la trágica cualidad de reproducirse, convirtiendo aquello que genera riqueza para todos, en la solución de unos pocos, que de paso arruina sectores completos que, hasta el momento, soportaban los embates de la crisis económica. Si a ello se le une la picaresca de ayudas, subvenciones… ¿Cuándo mejorará la tasa de actividad?Es tarea, de quienes más directamente se relacionan con el mundo laboral, denunciar la precarización de la actividad laboral, el aumento de jornadas no declaradas, la ausencia de contratos, los despidos ilegales, sin pagar finiquitos, o incluso nóminas, que han sido firmadas de manera coactiva, de la presentación de presupuestos a la baja, precisamente porque se precarizan las condiciones laborales, el fraude a las ayudas en materia de contratos en formación, que de formativos nada tienen y de fraudulentos mucho… Es tarea de empresarios, sindicatos, administraciones públicas y también de ciudadanas y ciudadanos, podría ser también, y en la parte que toca, una reivindicación para el 1 de Mayo.