No corren buenos tiempos para la risa y la broma. Y sí, además, se trata de viñetas, ya hemos visto lo pronto que se acaba el alboroto y empieza el tiroteo. Cómo se puede pretender matar la risa. Hasta Mahoma dijo: “Aquel que hace reír a sus semejantes merece el paraíso”. Sin embargo, los fanáticos terroristas que acabaron esta semana con la vida de doce trabajadores de “Charlie Hebdo”, quizá interpretaron mal la sura del Corán.Probablemente estos fanáticos religiosos creyeron que la risa nos libera del miedo y había que matar la risa. Pero la risa también nos viene librando de tomarnos en serio los cuentos del Antiguo Testamento, la infalibilidad del Papa o la costumbre del burka. Las burlas sobre la Santa Madre Iglesia, antes se consideraban blasfemia y primó entre los cometidos del Tribunal del Santo Oficio durante varios siglos, hasta recaer luego en la justicia ordinaria, que abolió dicho supuesto como delito en la tardía fecha de 1988.Los científicos dicen que la risa y la broma se han convertido además en una necesidad, porque relaja muscularmente y permite respirar de una forma más limpia y llena. Investigadores de la salud también relacionan la risa con soportar mejor el dolor, mejorar las relaciones personales, hacer la comunicación más fluida, percibir de forma más realista los problemas y una mayor tolerancia a la frustración, la ansiedad y el miedo.Las personas que ríen más, manejan mejor las tensiones negativas y perciben los conflictos y “las malas rachas” como algo pasajero en lugar de cómo hechos amenazantes, permanentes o violentos. Pero es que el atentado de Paris además es un ataque deliberado contra unos valores democráticos y culturales nuestros, aunque sabemos que no tienen el poder emocional de la religión.Así que si recomendamos un uso moderado en el caso del tabaco o del alcohol, nos convendría también recomendar un uso moderado de la religión, una sustancia cuyos efectos contrarios pueden perjudicar incluso a quienes no la consumimos. Y un mensaje final para los fanáticos religiosos y/o terroristas asesinos: No tienen nada que hacer, da lo mismo que maten o no maten a los humoristas porque estos son irreductibles.