IAM/Redacción La venta legal de tabaco cae en picado en los últimos años, lo que ha provocado que profesionales del sector tengan que echar el cierre. Cuatro de cada diez cigarrillos consumidos en Andalucía no tributan, lo que arroja el siguiente dato: El contrabando ha subido un 36,5% en cinco años. El mayor control en la frontera de Gibraltar empieza a dar sus frutos.
Según los datos del último estudio de la consultora Ipsos sobre cajetillas vacías (la forma en la que desde 2011 se mide el consumo de tabaco para detectar la penetración de marcas y tendencias entre los usuarios), en los seis primeros meses de 2014 el 40,1% del tabaco fumado en Andalucía no pagó impuestos en la península, datos que sitúan a la comunidad en el “foco del problema del comercio ilícito”. Son cifras facilitadas por los portavoces de la Mesa del Tabaco, una plataforma que reúne a todos los actores en la cadena del cultivo, producción y venta de este producto. Este registro en sólo seis meses es similar al conjunto del año 2013, cuando el porcentaje de tabaco que no pagó impuestos en la península fue del 39%.
El auge del contrabando se entiende, principalmente, por la falta de conciencia de los fumadores sobre los peligros de un tabaco cuyo control escapa no sólo a Hacienda sino también a la vigilancia de las autoridades sanitarias. Porque uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector es que comprar tabaco ilegal no se asocia con fraude y aún menos en el contexto de una crisis económica que ha caminado pareja al incremento progresivo del precio del tabaco. Un estudio de Millward Brown para la campaña Stop Contrabando de Tabaco en 2014 revela que crece la percepción de “normalidad” en el consumo ilegal, tanto entre fumadores como no fumadores, porque se justifica con que es más barato. Además, de acuerdo con los resultados de esta encuesta, hay una percepción creciente de que comprar tabaco de contrabando es fácil y está cada vez más presente en la calle. De hecho, más de la mitad de los fumadores consultados (54%) opinan que comprar cigarrillos ilegales es “muy fácil” mientras que entre los no fumadores la cifra baja hasta el 46%. A la misma cuestión, las cifras hace un año fueron 51% para fumadores y 48% para no fumadores. Es decir, los consumidores habituales saben que, aunque esté perseguido, comprar tabaco fuera de estancos o máquinas expendedoras (las únicas vías oficiales) es tan sencillo como habitual. “Existe una clara permisividad social en relación al contrabando de tabaco y, por ello, entendemos que es necesario trabajar en un cambio de mentalidad y concienciar a la ciudadanía de las implicaciones que tiene comprar cigarrillos ilegales. Aspiramos a ser capaces de desincentivar su demanda”, explica sobre las distintas campañas puestas en marchas -la última en colaboración con la federación de hosteleros- Juan Páramo, portavoz de la Mesa del Tabaco. Sobre la implicación del Estado en el control del fraude -un tipo de economía sumergida que provoca un verdadero agujero en las arcas públicas- Páramo pide un mayor endurecimiento de las condenas por contrabando de tabaco (en la actualidad está penado entre 0 y 2 años de cárcel). Precisamente, las mafías habían decidido apostar en los últimos años por el tabaco como vía de financiación para sus negocios en lugar del tráfico de drogas porque las penas eran muy bajas. “Valoramos que el Gobierno haya decidido modificar la Ley de Represión del Contrabando para endurecer las infracciones administrativas de contrabando, así como sus sanciones. Creemos que este cambio ayudará en el magnífico trabajo que están realizando las fuerzas de seguridad, el Servicio de Vigilancia Aduanera y demás autoridades”, concluye Páramo. Prácticamente no hay semana en la que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no informen de nuevas operaciones contra el contrabando de tabaco. Esta misma semana, la Agencia Tributaria intervino más de 20.000 cajetillas de tabaco de contrabando en Málaga con un valor de mercado superior a 90.000 euros. De hecho, la provincia de Málaga es una en las que, en los primeros seis meses del año, el contrabando de tabaco ha subido hasta tres puntos respecto al mismo período de 2013. De entre las provincias donde se ha disparado el consumo de tabaco no doméstico destaca especialmente la gravedad del caso de Sevilla, donde en la actualidad los cigarrillos están divididos casi a partes iguales, ya que el 48,6% procede del mercado negro. Por contra, destaca el descenso del tabaco de contrabando en la provincia de Cádiz (un 22,6% menos respecto a 2013). Caso aparte se produce en Algeciras, donde el mayor control en la frontera de Gibraltar ha empezado a dar sus resultados , ya que en este primer semestre el consumo de tabaco de contrabando ha caído en un 8%. Sin embargo los datos totales son insostenibles: el 71% del tabaco que circula en esta ciudad es ilegal. La importancia del Campo de Gibraltar, y general en Andalucía Occidental, en las rutas del contrabando de toda Europa ha sido objeto de un completísimo análisis en el último número de la revista Transcrime, The Factbook on the illicit trade in tobacco products, publicado por el centro de investigación que impulsan la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán y la Universidad de Trento.