IAM/Editorial Un político sin credibilidad es un “chorizo” con fecha de caducidad, “las siguientes elecciones pone en la etiqueta del Supersol”. Sólo hace falta un vistazo a nuestra actualidad para ver aquellos políticos que tienen o no tienen credibilidad, hay demasiados que ya suenan a risa, los gestos de “sus mayores” no les ayudan….
Que a estas alturas de la película, con la ciudadanía en pie de guerra por pura necesidad e indignación, que a un partido como el que nos gobierna le tiemble la mano a la hora de expulsar a sus afiliados implicados en el bochorno de las tarjetas black, deja clara muchas cosas, entre ellas, que no tienen credibilidad. Dotan además de sentido “los sobres de Bárcenas” por pura complicidad y crean una imagen de desapego entre el currito que entra a las siete de la mañana y el que vive de su voto. A nivel local, las NO inversiones del PP en la red ferroviaria y su falta de credibilidad hacen obsceno las palabras de sus dirigentes provinciales en defensa del ferrocarril, son un insulto a la inteligencia, una falta de respeto a todos y una muestra de lo perdidos que están cuando creen que los ciudadanos olvidan…eso era antes, ahora las normas para ser político están cambiando, dos palabras, credibilidad y transparencia, los dos agujeros negros de quien nos gobierna en Algeciras, Cádiz y Madrid.