La frase real de los astronautas del Apolo XIII es “Houston, tenemos un problema” y la dijeron, un 13 de abril de 1970, justo después de observar tras una explosión que dos de las tres fuentes generadoras de energía de la nave se habían apagado. Desde entonces la frase se ha popularizado usándose para dar cuenta del surgimiento de un problema grave e imprevisto.
Pues bien, algo parecido le pasó por la cabeza y le dijo al Presidente Pedro Arriola, el Brujo -hay un libro del periodista Graciano Palomo con este título-, sociólogo encargado de informar al PP de las tendencias de los votantes con sus estudios de las encuestas desde 1990. Información con la que la dirección del PP ha decidido en todo momento que políticas llevar a cabo para ganar elecciones.
Esta semana Pedro Arriola, después de estudiar el sondeo de Metroscopia para El País y otras encuestas, así como el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), llamó al presidente Rajoy para darle cuenta de la grave situación en la que se encuentra el PP, hundido por la desmovilización de su electorado y los errores cometidos en la gestión de la crisis del ébola, y con los peores datos de toda su legislatura.
La situación del partido de Mariano Rajoy es difícil porque el desinterés y malestar de sus hipotéticos apoyos se produce, precisamente, en el momento en el que sus adversarios políticos logran mostrar una notable capacidad de movilización.
El PP cae según los sondeos del 30,37% -sobre el censo-, que logró en las generales de 2011, al 15%, que muestran ahora las encuestas. Este dato es coherente con el 11,22% -sobre censo- del PP en las europeas, y consecuencia de que la desafección y el rechazo a todo lo relacionado con la política se dirigen sobre todo en estos momentos hacia este partido.
Por el contrario, por distintos motivos y con diferente intensidad, el resto de partidos han logrado una movilización que arrojaría un porcentaje de participación del 72,2%, medio punto más que la registrada en las generales del 2011. Especialmente el PSOE y Podemos, partidos que han conseguido agitar al electorado según las encuestas.
El PSOE se pone por delante del PP con un 20,7% -el mismo resultado de las generales del 2011-, favorecido por la caída del partido de Rajoy, pero será preciso esperar a nuevos sondeos para comprobar si esta situación es sólo coyuntural por decisiones muy concretas de estos días, como las tarjetas vergonzosas de Caja Madrid o los despropósitos de la crisis del ébola.
IU y UPyD parecen haber perdido la capacidad de actuar como formaciones refugio de votantes desencantados y, sobre todo, de abstencionistas molestos contra los dos grandes partidos. Estos votos, según las encuestas, los recogerá Podemos, sobre todo del PSOE, pero también del impulso de las mareas, que antes estaban próximas a IU y UPyD.
El mérito de Podemos es la incorporación de electores que daban la espalda a las urnas, con su alto nivel de movilización, que eleva el porcentaje de posible participación electoral y se contrapone con la desidia ¿momentánea? de los votantes del PP. El bipartidismo sigue en coma.
Y Podemos sigue demostrando, encuesta tras encuesta, que ha venido para quedarse y que no es coyuntural. Su porcentaje de votos declarados llegaría ya al 14,3%, es decir, se consolidaría como tercera fuerza política del país. Por eso, Arriola alerta a Rajoy con esta frase famosa, “Presidente, tenemos un problema”.