Las navieras, en pie de guerra por la Operación del Paso del Estrecho

La mayoría de las navieras que operan en la zona -entre las que se encuentran Trasmediterranea, Balearia y FRS, entre otras- seguirán de cerca la operativa de su colega marroquí Inter Shipping, que trabaja en los puertos de Algeciras y Tarifa desde hace dos años y ya ha recibido varias denuncias -quejas que la propia naviera también ha interpuesto contra su competencia- por las liquidaciones en la venta de billetes. La feroz competencia en la zona y el diferente sistema operativo entre las autoridades portuarias españolas y marroquíes han puesto los nervios a flor de piel. ¿Saltará este año la chispa?

 

Según confirman a esta publicación fuentes oficiales de la Dirección General de Marina Mercante en Madrid estas denuncias existen, sobre todo por la operativa del año pasado, y se producen a la hora de cuadrar los ingresos en los días clave de la Operación Paso del Estrecho. En las semanas en las que llega un mayor aluvión de ciudadanos magrebíes que quieren pasar a África, el Gobierno decreta la intercambiabilidad de los billetes. Ello supone que todos los billetes para cruzar el Estrecho, sea la empresa que sea quien los haya emitido, tienen un mismo precio y sirven para cualquier naviera.El coche que llega al Puerto de Algeciras o al de Tarifa -ambos son gestionados por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras- recibe un número de orden y espera su turno para ser embarcado en el barco que le corresponda. Si su billete no coincide con la naviera no hay ningún problema en esos días señalados, pero la empresa tiene que liquidar con la competidora que se lo emitió.

 

¿Cuál es el problema?

 

Y es ahí donde están apareciendo los problemas. Según el resto de navieras, Inter Shipping vende tickets -muchos más de la capacidad que tienen sus barcos- por toda España en las zonas por donde transitan los ciudadanos magrebíes que cruzan el Estrecho. Esta actividad es totalmente legal si se hace con los permisos y en las zonas permitidas a tal efecto, pero está generando muchos problemas en las posteriores liquidaciones.Las navieras rivales la acusan de llenar toda la zona del Levante de comerciales que venden sus billetes en los días de mayor afluencia, lo que le hace controlar buena parte del mercado, en sitios no adecuados para ello. Un portavoz oficial de Inter Shipping lo niega y asegura que se ciñen a lo establecido por la norma. A ello se suma que los días de intercambiabilidad el precio de los billetes es el mismo para todas las navieras, lo que complica aún más el sistema de liquidación.La denominada intercambiabilidad no se puede prevenir con meses de tiempo. De hecho, es el Gobierno el que la dicta por Decreto cuando empiezan a abarrotarse las zonas de embarque en los puntos calientes como Algeciras y Tarifa.

 

“Antes existía un sistema de conteo en la frontera francesa que nos iba avisando de los inmigrantes que cruzaban para tener preparadas las instalaciones. Desde hace varios años, ya no existe y es más complicado calcular la afluencia”, comentan fuentes solventes conocedoras de la operativa del Paso del Estrecho. Para la campaña de este verano se prevé que la mayor afluencia se produzca muy a finales de julio y principios de agosto, una vez que haya finalizado el Ramadán.

 

El Paso del Estrecho: todo un negocioInter Shipping irrumpió en el paso del Estrecho en el verano de 2012, tras la quiebra de la otra compañía marroquí que operaba en la zona (Comarit-Conamav). A diferencia de España, donde el mercado es liberalizado, en Marruecos se necesita un permiso para poder operar en sus puertos.

 

Recientemente, en uno de sus barcos la Guardia Civil descubrió un polizón que iba viajando en los patines cercanos al sistema de propulsión en el buque María Dolores. Algunas navieras competidoras se quejan de que la compañía no emplea efectivos de seguridad privada para evitar estos imprevistos. Desde Inter Shipping vuelven a insistir en que cumplen la ley. Fuentes conocedoras de la compañía creen que estas acusaciones infundadas se deben al daño que está haciendo a la competencia.El negocio del Paso del Estrecho, que factura más de 200 millones de euros en verano, trasladó a 2,2 millones personas y medio millón de vehículos, una tarta a la que nadie está dispuesto a renunciar. Los rivales acusan -aunque todavía no lo han hecho oficialmente- de posibles irregularidades en el cumplimiento de la normativa por, entre otras razones, falta de personal.

 

Dejarían a los pasajeros estar en la cubierta de proa con sillas, abarrotarían los pasillos por falta de asientos, o llevarían los chalecos salvavidas apilados en una habitación, actividades todas prohibidas por la normativa marítima. Esta publicación ha tenido acceso a fotografías que aparentemente demuestran estas irregularidades -consultar revista- pero ninguna naviera lo ha denunciado de momento.

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