La delegada provincial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Silvia López, ha reiterado la defensa que la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía hace sobre los intereses de los ganaderos profesionales de los montes públicos de Tarifa, después de que Asaja la haya acusado de “manchar el nombre de este colectivo”.
López ha subrayado la defensa de los ganaderos frente al intrusismo que existe en los montes de Tarifa donde particulares aficionados, que no tienen como medio de vida la ganadería, poseen animales. Un extremo que se pretende ordenar después de que los propios ganaderos, el Ayuntamiento de Tarifa y la Junta hayan constatado que el monte no admite más carga ganadera sin que exista un deterioro ambiental irreversible.
“Una parte muy importante del ganado que hay en los montes no pertenece a ganaderos sino a particulares que no viven de este recurso, y es precisamente en este sector en el que Medio Ambiente quiere centrarse a la hora de reducir las cabezas de ganado, ya que se está provocando un deterioro grave del monte que a este ritmo acabará con los pastos”, ha aclarado López que a su vez que le ha recordado a Asaja que “sin monte no hay ganado, por lo que ellos deben ser los primeros interesados en defenderlo”.
Asimismo, la delegada ha hecho especial hincapié en que no se ha acusado a ningún sector sino que se ha limitado a señalar la existencia de una investigación sobre un incendio intencionado que ha sido entregada hoy en mano a la Fiscal de Medio Ambiente, Patricia Navarro.
El informe elaborado por expertos en la materia señala textualmente “quien presumiblemente ha tenido la intención de provocarlo es evidente que posee unos amplios conocimientos del entorno, así como del propio manejo del fuego, nos conduce a plantear como hipótesis central el móvil de carácter REIVINDICATIVO, como llamada de atención y oposición contra las medidas impulsadas por la administración autonómica”.
Asimismo el informe detalla “no se descarta que haya podido ser empleado un dispositivo incendiario retardador, que garantice la huida a tiempo del autor del escenario de los hechos, dado que no existen vías de evacuación rápida que permitieran el accionamiento directo de la fuente de calor (generalmente mediante el empleo de mechero)”.