Todo ocurrió al finalizar el partido entreAlgeciras y Balompédica Linense. La directiva del Linense denunció que el autobús en el que la expedición viajaba de regreso a La Línea de la Concepción fue apedreado por gente del conjunto local a la salida del estadio. Uno de los cristales sufrió el impacto de dos piedras.Lo curioso y sorprendente fue que, entre los agresores, se hallaba un árbitro, Mario Soriano Villanueva, colegiado adscrito a la Delegación de Algeciras y que, precisamente, hace un par de meses fue agredido en un partido de categoría cadete por un jugador del Cuesta del Rayo en el partido que les medía a domicilio al Rinconcillo en el Grupo 5 de la Primera Provincial de Cádiz.”Para nosotros es un desprestigio” señala Juan Carlos Crespo, delegado arbitral de Algeciras. “La Policía se ha puesto en contacto con nosotros y no es un plato de buen gusto saberlo. Tomaremos las medidas oportunas y, de momento, está apartado del arbitraje”.Tampoco han trascendido más datos, ni siquiera a los clubes implicados del choque. La policía ya tiene identificadas “hasta catorce personas que participaron en el lanzamiento de las piedras”, indica Crespo, aunque el condicionante de la edad de Soriano Villanueva, 18 años, tampoco le debe eximir de un castigo que le impondrán: “Es muy joven y todo el mundo tiene derecho a una oportunidad. Ahora está hecho polvo, pero tiene que asumir su error, ya no sólo por el acto realizado, sino por lo que representa siendo árbitro y por lo que sufrió hace un par de meses”, concluye.