IAM/GE Hoy ha tenido lugar un acontecimiento de gran trascendencia formal, aunque sin duda pasará desapercibido en España. El destructor Daring, de “Patrulla soberanista” en la Bahía de Algeciras, ha enarbolado en su mástil como ‘bandera en el pico’ la bandera de San Roque, usurpada por Gibraltar como ‘bandera nacional’.
El hecho es trascendental, no sólo por lo que supone de reclamación de las aguas españolas en torno a Gibraltar (AETG), sino porque, y esto es lo más grave, implica desde un punto de vista tan formal como el pabellón de un buque de combate de una marina de guerra, EL RECONOCIMIENTO DE UNA SOBERANÍA ESPECÍFICAMENTE GIBRALTAREÑA.
La Armada Española ya no puede permanecer sin más como espectadora. Los mandos de nuestra Armada deben dejar claro al Ministerio y al Gobierno la gravedad de los últimos actos de la Royal Navy, y exigir, desde un punto de vista profesional y patriótico, una respuesta significativa.
Escudarse en que la Royal Navy es una marina aliada o en que es suficiente con medidas en la Aduana o a cargo del Ministerio de Exteriores es el equivalente a que un policía fuera de servicio se negara a intervenir en el caso de una agresión doméstica, o que un médico dejara abandonado a un infartado en una acera. La Armada tiene una responsabilidad con España en el tema de Gibraltar.